Reto a la romana
El Barça busca superar la frontera de los cuartos
Toda la euforia que se desató en Barcelona cuando en el sorteo de Nyon se confirmó que el Roma sería el rival de cuartos de final, ha ido diluyéndose poco a poco ante la llegada de un equipo del que ya nadie se fía. Se sabe favorito el Barcelona en el duelo de ida de esta noche (20:45 horas, Camp Nou beIN Sports), pero el reto a la romana se hace mayor a medida que se acerca el partido. El Barcelona ha tropezado dos temporadas seguidas en la frontera de los cuartos de final de la máxima competición y donde antes se planteaba la opción de decidir la eliminatoria en la ida, ahora ya se habla de no encajar en casa. Más claro no lo pudo decir Valverde: “Se trata de hacer dos buenos partidos, a estas alturas nada se decide en la ida”.
Es decir, que los recuerdos del 6-1 con el que el Barcelona aplastó a la Roma hace tres temporadas han quedado olvidados prudentemente.
El Barcelona llega al partido con todos los jugadores a disposición de Valverde, a excepción de Digne. Busquets se ha recuperado en el plazo previsto y, aunque le faltará rodaje, completará el mismo equipo con el que el Barcelona eliminó al Chelsea en octavos. Es decir, con Dembélé como cuarto centrocampista/tercer delantero.
Sin miedo.
En el Roma, Eusebio di Francesco piensa mantener las armas que le permitieron ganar la primera plaza de su grupo en la primera fase por delante del Atlético de Madrid y del Chelsea y reafirmarse en un estilo de juego poco italiano: un 4-3-3 en el que las dudas están en qué jugador reemplazará al lesionado Ünder (El Shaarawy parece el elegido) y el estado físico de Nainggolan, pieza clave de su disposición táctica, que se lesionó la semana pasada. El Ninja, forzará para estar en el Camp Nou.
El Barcelona llega con la seguridad de saber que aún no ha perdido en la Champions (cinco victorias y tres empates) y que sólo ha encajado dos goles, pero el reto a la romana no parece ya tan sencillo.
Prudencia De la euforia que se desató el día del sorteo ya no queda ni rastro