El Zaragoza se despide del ascenso directo en Vallecas
Al equipo de Natxo le faltó ambición en la segunda mitad
Una victoria más y una final menos. Una ecuación que mantiene al Rayo segundo y frena la escalada del Zaragoza, que sale del playoff. Los madrileños acrecentaron el poder de Vallecas, donde encadenan siete partidos sin perder, frente a unos aragoneses cuyas credenciales a domicilio prometían. No pudieron firmar su quinto triunfo seguido y el ascenso directo se les pone imposible. Los rayistas, por su parte, ya miran al Huesca-Barça B con la esperanza de meter más kilómetros a su inmediato perseguidor.
El Zaragoza salió dispuesto a robarle la posesión al Rayo. Tocaban y tocaban los de Natxo González, buscando a Borja Iglesias, su killer, su atalaya. No obstante, su primera arremetida murió en las manos de Alberto. Los locales trataron de hacerse con el esférico y coger el timón del encuentro. La intensidad era patente y las pulsaciones se dispararon cuando, en un saque de esquina, Abdoulaye y Grippo saltaron y sus cabezas chocaron. Enmudeció el estadio y las caras de susto alertaron a las asistencias. Ambos continuaron, aunque Grippo terminaría pidiendo el cambio apenas quince minutos después y tuvo que abandonar el césped en camilla.
Se fueron desperezando los vallecanos y encontraron en Álex Moreno una buena vía para incomodar a un viejo conocido, Cristian. El lateral se la puso a De Tomás y su volea salió acariciando el palo. Por el flanco izquierdo irrumpió, de nuevo, Álex Moreno, quien sirvió la pelota a la cabeza de Comesaña y se marchó fuera. Se mascaba el peligro. Más coral en el caso de los madrileños; más personalista, en el caso de los aragoneses. Borja Iglesias copaba los focos y sus compañeros le brujuleaban continuamente, surtiéndole de balones en largo. De ahí que, por momentos, hasta cuatro rivales se vieran obligados a taponar sus irrupciones y antes del descanso quiso volverlo a intentar con un disparo que atrapó Alberto.
Ya en la segunda mitad, el Rayo recuperó la posesión y el Zaragoza replegó velas, bajo la mirada de un Figueroa Vázquez permisivo en algunos lances zaragocistas. Y así, en pleno monólogo local, Raúl Guti tuvo la réplica y la desperdició, mandando alto su tiro.
La sensación de amenaza era continua y la sintomatología era propia de una goleada. De Tomás igualó el récord de Armenteros en Segunda (20 dianas), con una obra de museo. Un zapatazo con la diestra que terminó en la escuadra. Y sólo siete minutos después, llegó el 2-0 por la otra escuadra. Esta vez fue otra genialidad de Trejo, que aprovechó un error monumental de Mikel González (se la dejó al argentino mientras intentaba sacar el balón jugado).
Quería más el Rayo, mientras el Zaragoza parecía atascado. Trejo volvió a intentarlo, pero su compatriota Cristian detuvo su disparo. Fue entonces cuando hubo un inesperado giro en el guión y lo que parecía una inofensiva llegada visitante... terminó con un zurdazo de Papu y un fallo en el blocaje del guardameta Alberto.
Vallecas subía los decibelios, tocaba apretar los dientes y sufrir mientras los zaragocistas apuraban los últimos instantes, pero el Rayo no cedió y sigue el paso del Sporting, a la cabeza de Segunda. La meta ya se ve más cerca...