Iniesta dice adiós al Barça entre lágrimas
“No engañaré a nadie, voy a cumplir 34 y me he dejado el alma”
EI viaje desde Fuentealbilla hace 22 años ha dado para mucho. Como él mismo dijo, “ha merecido la pena”. Andrés Iniesta anunció ayer entre lágrimas que se va del Barça. Lo hace convertido en leyenda y con 31 títulos que serán 32 de manera inminente. “Esta rueda de prensa es para hacer pública la decisión de que esta temporada es la última”, dijo entre lágrimas en medio de una atmósfera sinceramente emotiva.
Iniesta comunicó su adiós en la sala de prensa de la Ciutat Esportiva, un escenario modesto para una figura gigante. Un guiño a sus orígenes, cuando desde la ventana de la vieja Masia veía el Camp Nou. Su discurso no se hizo largo ni estuvo vacío. Para eso, como en sus pases, también midió la distancia: “(...). Es una decisión muy meditada, valorada, pensada a nivel familiar. Después de 22 años aquí, sé lo que significa ser jugador de este equipo, para mí el mejor del mundo. Sé lo que significa la exigencia de jugar aquí, año tras año, en todos los sentidos. Sé lo que significa la responsabilidad de ser capitán. Siendo honesto conmigo mismo y con el club que me lo ha dado todo, mi etapa acaba este año. Este club se merece lo mejor de mí. Me acogió desde los 12 años y, en el futuro más cercano, no podría darle lo mejor de mí a nivel físico ni mental. No me permitiría vivir una situación incómoda en el club que me lo ha dado todo. No me lo merecería yo, ni el club tampoco (...). Si hubiese imaginado acabar mi etapa aquí, la forma hubiera sido esta. Sintiéndome útil. Es un día muy difícil porque llevo toda mi vida aquí y decir adiós a mi casa y a mi vida es muy complicado”.
Iniesta estuvo entero pero, como el día de Roma o en el Wanda, se le empezaron a llenar los ojos de lágrimas: “(...). Soy lo que soy como jugador y persona en gran parte por el club y La Masia”. Cuando terminó su discurso, compañeros, familiares, cuerpo ténico y directivo y periodistas rompieron en un aplauso unánime que se prolongó 50 segundos. Fue el momento en el que todo el mundo tomó conciencia del tamaño del personaje y el calado del anuncio que había hecho.
Sincero “Ni yo ni el club nos merecemos vivir una situación incómoda”
Feliz “Si hubiera imaginado acabar mi etapa aquí, habría sido así”
Premio “No es una espina no haber ganado el Balón de Oro”
Iniesta se relajó en el turno de preguntas de los medios y hasta sacó a pasear su humor, también singular: “Me voy tres años y luego vuelvo de jugador..., es broma”. El héroe de Stamford Bridge estuvo sincero: “No quiero engañarme ni engañar a nadie. Voy a cumplir 34 años. Me he exprimido y me he dejado el alma por este club”. No hubo reproches. Tampoco a France Football: “No es ninguna espina no haber ganado un Balón de Oro. Estar ahí presente y en el momento que estuvimos Xavi, Leo y yo fue algo mágico”.
Iniesta pidió que Piqué, Busquets, Alba, Sergi Roberto o Messi continúen el legado y pidió al Barça que sea “consciente de que su cantera debe ser un valor muy importante para cuidar”. Tuvo un recuerdo para todos sus entrenadores. Es curioso. Con 15 años, era capitán del Cadete que ganó la Nike Cup. En la grada le vieron Van Gaal, Guardiola, Luis Enrique y Xavi...
Y como dijo Zubizarreta el día que se iba, se acabó el recreo. “Quiero que me recuerden como un gran futbolista y una gran persona”. Lo ha sido usted. Gracias, Don Andrés.