Obligado a ganar al Sporting
El Real Zaragoza tenía ayer la oportunidad de consolidarse en los puestos de playoff y meter presión a sus rivales y no la aprovechó. Los aragoneses salieron muy bien plantados en el terreno de juego, con una presión en campo contrario que impedía al Reus salir con el balón jugado desde atrás. De hecho, las mejores ocasiones del conjunto catalán durante la primera media hora llegaron a balón parado. Por contra, el Zaragoza supo interpretar la movilidad de Toquero, Papu y Borja para llevar peligro al área rival. Y en una conducción fantástica de Verdasca
hizo lo más difícil al adelantarse en el marcador. El portugués vio a Borja, que le devolvió la pared de tacón y el central remató al palo, pero ahí estaba Toquero, la gran novedad en el once de Natxo,
para recoger el rechace y mandar el balón al fondo de la portería. Era el primer gol que encajaba el Reus en su estadio desde el 13 de enero.
El Reus, al que el punto le viene mucho mejor que al Zaragoza, no le perdió la cara al partido y poco a poco pasó a dominar el encuentro. Cristian Álvarez, el mejor de los aragoneses, ya salvó el empate antes del descanso, pero nada pudo hacer nada más reanudarse el encuentro en un remate de cabeza de Lekic, que fue una pesadilla constante para la defensa del Zaragoza, que tras un cuarto de hora de mucho sufrimiento, por fin consiguió deshacerse del dominio del Reus. Pero lo hizo sin arriesgar, tratando de no cometer ningún error. Dio incluso la sensación de que daba por bueno el empate. Un punto que por lo visto durante los noventa minutos es para estar contentos, pero que puede ser insuficiente a efectos clasificatorios y de objetivos. Y es que el Zaragoza está obligado a ganar la semana que viene al Sporting para hacer bueno el punto y no complicarse sus opciones de entrar en el playoff.