Carolina, ante la final más especial: la de su Europeo

Se mide a la rusa Kosetskaya por un histórico cuarto título

La mezcla de emociones, orgullo, presión, nervios... que ha vivido Carolina Marín durante toda esta semana tendrá hoy su punto culminante en la final del Europeo que se celebra en Huelva, su ciudad. En el pabellón que lleva su nombre, y donde se espera otro lleno absoluto como el de ayer en semifinales con más de 4.000 onubenses, la española se medirá a la rusa Evgeniya Kosetskaya, la 25ª del ranking mundial que ejercerá de particular ‘villana’. Carolina aspira al cuarto título continental, algo que nadie ha logrado, pero a ella eso no le importa tanto como “no defraudar”.

Porque, en este Europeo lleno de sorpresas, Carolina ha tenido que lidiar con rivales motivadas conscientes de que derrotándola conseguirían mucha repercusión, pero, sobre todo, con la presión de que todo el mundo diera por hecho que, como mínimo, tenía que estar en la final de hoy.

Sensación “Lo que siento en los partidos no son nervios, sino muchas emociones”

Tensión. Y eso le ha pesado, como se vio ayer en su trabajada victoria ante la danesa Blichfeldt (21-17 y 21-16). En un primer set dramático, con la andaluza errática en los primeros momentos y todo el público conteniendo la respiración cuando la nórdica mandaba 4-9 en la primera manga, Carolina tuvo que sacar su versión más épica, esa que sus paisanos sólo habían visto en los partidos televisados de las grandes citas. A fuerza de rabia y de “seguir el plan de juego”, levantó ese primer set mientras la grada estallaba de júbilo... y alivio. En la segunda, sin tanto sufrimiento pero el mismo trabajo, Carolina certificaba un triunfo que le coloca a un paso de su cuarto Europeo. “Lo que tengo no son nervios, sino muchas emociones, pero fue ese apoyo el que me dio el puntito para reaccionar”, asegura. Hoy, toda Huelva le pide una última victoria: “Y yo espero que la logremos todos juntos”.