Ultras del Sporting atacan a sus propios jugadores
Dost tuvo que recibir atención médica en la cabeza
El balance El técnico Jorge Jesús, Battaglia y Acuña también fueron golpeados
Vergüenza en Portugal. Cerca de 50 ultras del Sporting de Portugal con el rostro cubierto invadieron ayer el entrenamiento del conjunto luso en Alcohete y agredieron a varios futbolistas y miembros del cuerpo técnico. A su llegada a las instalaciones, los ultras amenazaron a los periodistas para que no les grabasen. Aparcaron sus coches y entraron con total impunidad en la Academia. Allí, los jugadores, que se ejercitaban por primera vez esta semana con la mente puesta en la final copera del domingo frente al Aves, se vieron sorprendidos por los aficionados, que empezaron a insultarles y amenazarles.
Las cosas pasaron a mayores con mucha rapidez y los ultras, armados con cinturones, bengalas y hierros, según el medio local O Jogo, agredieron al holandés Bas Dost, quien resultó herido en la cabeza y necesitó atención médica. También sufrieron diferentes golpes los jugadores argentinos Acuña y Battaglia, así como el entrenador Jorge Jesús y dos miembros de su cuerpo técnico, Mário Monteiro y Raul José. Los ultras incluso entraron en el vestuario y lanzaron bengalas ante el temor de la plantilla del Sporting, que no entendía nada de lo que estaba sucediendo. Según el medio luso, en el momento de la agresión no se encontraban en las instalaciones ni el polémico presidente del Sporting, Bruno de Carvalho, ni André Geraldes, director deportivo.
Hay que recordar que el Sporting perdió el domingo su opción de disputar la próxima temporada la Champions tras caer contra Marítimo (2-1) en un partido en el que dependía de sí mismo para lograr el objetivo, algo que sí logró su eterno rival, el Benfica.
Y según pasaban las horas tras el ataque, llegaban las novedades. Desde la prensa apuntaban ayer a que muchos jugadores del Sporting se han negado a disputar la final copera del domingo puesto que entienden que la agresión fue premeditada y no es la mejor manera para afrontar una final. Incluso se habla de que los futbolistas se pusieron en contacto con sus agentes para buscar una solución y rescindir sus contratos con el club lisboeta. Finalmente, los jugadores salieron de Alcohete escoltados por la Policía (hay 21 detenidos por los incidentes) y se negaron a hablar con De Carvalho, que llegó horas más tarde.