Opel Grandland X un SUV a la alemana
Basado en el Peugeot 3008, se trata de un todocamino de dimensiones compactas fiel a cualidades identificativas de la marca, como la funcionalidad, la calidad o la fiabilidad
La adquisición de Opel por parte del Grupo PSA se traduce en sinergias como el desarrollo del nuevo Grandland X sobre la base del Peugeot 3008. Sin embargo, la marca alemana no renuncia a conceder a sus coches valores que los identifican y diferencian, sin duda apreciados por los incondicionales del estilo germano.
El Grandland X es un todocamino de tamaño compacto (4,47 metros de longitud), estilísticamente distinto por completo del modelo francés del que deriva. Su diseño es menos atrevido que el del 3008, aunque no por ello deja de ser un automóvil elegante y con empaque destacable.
Lo mejor es que la carrocería envuelve un habitáculo bien aprovechado para un SUV de su tamaño, con asientos generosas en cada una de sus cinco plazas (incluyendo la central trasera para lo que suele ser habitual) y un maletero de más de 500 litros que, además, tiene un doble fondo para pequeños objetos.
Los acabados son tan correctos como acostumbra Opel, sin excesivos alardes pero con una sensacional de calidad que permite pronosticar que resistirán el paso del tiempo con solvencia. El equipamiento de la versión Excellence es muy completo (se paga por ello, dicho sea de paso) tanto en elementos de confort y seguridad como de conectividad, incluyendo la posibilidad de crear un punto de conexión WiFi.
El motor diésel de 1,6 litros y 120 CV cumple sin más en un coche de este estilo. Opel acaba de incorporar a la gama un 2.0 CDTi que eleva el rendimiento hasta los 170 CV, aconsejable para aquellos conductores que aspiren a prestaciones algo superiores. En todo caso, el 1.6 no decepciona en términos generales, sobre todo apoyado en un cambio automático de seis marchas de buena respuesta y capaz de ofrecer unos consumos satisfactorios.
El comportamiento dinámico del Grandland X apuesta más por la comodidad que por la deportividad, con unas suspensiones blandas aunque sin demasiados balanceos y que filtran bien las irregularidades del asfalto. Salirse de él no es la vocación de este SUV de tracción delantera.