“No pueden aparecer temores o miedos” Natxo González
La clave en este momento es no desviarnos de lo que hemos hecho hasta ahora”
Tocan ya el playoff con las yemas de los dedos y no se puede escapar, ¿verdad?
—Ahí lo tenemos, dependemos de nosotros y sabemos que consiguiendo una victoria sería matemático. No podemos fallar, siempre teniendo en cuenta que nos llega un equipo que está en su mejor momento y que también se está jugando el mismo objetivo.
—¿Considera que en estos momentos el Zaragoza y el Valladolid son los dos principales favoritos para entrar en el playoff?
—En este momento no hay favoritos. Es cierto que uno puede llegar con mejor tendencia, pero estamos viendo resultados sorprendentes, incluso habiendo mucha diferencia entre los dos equipos a nivel clasificatorio. Somos aspirantes como lo son el resto, aunque tenemos esa ventaja obvia que debemos intentar aprovechar.
—¿Qué equipo llega mejor?
—En las cinco últimas jornadas han sacado trece puntos y nosotros diez, así que en cuanto a números, ellos, además con mucho gol y un nivel de confianza muy importante. Nosotros en La Romareda estamos haciendo las cosas muy bien y estamos protegidos por nuestra gente.
—En un partido en el que tiene que poder más la ilusión de ganar que la ansiedad de no fallar, ¿verdad?
—La clave en este momento es seguir haciendo lo que hemos hecho hasta ahora. No pueden aparecer temores o miedos. Es lo único que ahora mismo debemos tratar de evitar. Hay que disfrutar del momento y no pensar más allá. Estamos siendo muy maduros, la toma de decisiones está siendo buena en un alto porcentaje y, por tanto, no tenemos que cambiar nada de lo que hemos hecho hasta el momento, independientemente de que son tres puntos decisivos. Debemos entender más que nunca cuál ha sido el camino. —¿Ahora importa más el trabajo táctico o mental?
—La cabeza es importantísima por lo que he dicho anteriormente: no podemos desviarnos de lo que hemos hecho hasta el momento, que es lo que nos ha traído hasta aquí. En todas las semanas puedes meter algún detalle, pero hay que tratar de imponer lo que nosotros queremos y para eso debemos salir liberados y manejar el partido como nosotros queramos y no como el rival quiera.
—¿Qué importancia le da al hecho de que en esta segunda vuelta el equipo siempre haya ganado tras un tropiezo? —Me da mucha confianza. Ves a tu equipo hace diez meses y lo ves ahora y la satisfacción de un entrenador radica en ver esa evolución y el rendimiento que han tenido muchos de estos chicos, que de cara al futuro van a ser jugadores top. Yo lo que quiero es que ellos tengan esa confianza y que sigan haciendo lo que estamos haciendo sin complejos. Al equipo lo veo muy bien y en ese sentido estoy muy tranquilo.
—¿Qué partido espera?
—El Valladolid es un equipo con muchísimo gol. También ha encajado mucho, pero últimamente es un equipo más equilibrado. Ellos tienen jugadores muy rápidos, en las transiciones defensa-ataque son letales y creo que somos dos equipos que podemos hacer mucho daño a las defensas rivales, así que supongo que la eficacia será fundamental. Creo que va a ser un partido bonito y tenso a la vez, con muchas emociones.
—¿Preocupa tener enfrente a Mata?
—Ya vivimos en nuestras propias carnes en Valladolid cómo Mata nos destrozó en esas recuperaciones suyas de balón. Ya sabemos lo que nos pasó y lo trataremos de evitar.
—¿Cómo de bueno o malo sería el empate?
—No lo contemplo. Es cierto que tenemos otra bala y por eso no hablamos de final, pero vamos a tratar de solucionarlo el domingo y evitarnos más sufrimiento. Sabemos que el empate puede servir si hay una serie de resultados, pero esos resultados no se van a dar y lo único que nos vale es ganar. No vamos a contemplar otra cosa.
—La última pregunta tras el partido de la primera vuelta contra el Valladolid fue si había que cambiar el objetivo y usted dijo que no lo cambiaba. ¿Realmente lo creía?
—Es normal que nadie me creyera, pero yo sí creía en ello. A partir de ahí, lo más importante era que los jugadores creyeran en este mensaje que yo les lanzaba y les agradeceré eternamente que no tiraran la toalla y siguieran creyendo en lo que estábamos haciendo, que no es fácil nunca y menos en un sitio con tanta presión.