Chris Froome tiene el Giro en su mano
No sé ni cómo definirlo. En el ciclismo moderno nunca había visto una etapa como esta, con estos resultados y con semejante exhibición. Froome atacó ‘a lo Contador.’ Ha sacado un rédito espectacular a su ataque a 80 km de meta. Creo que no se lo esperaba ni él ni su equipo. Yates ya mostró el viernes su debilidad... y no fue una pájara. Acabó fundido. Tras el ataque de Froome en Finestre, cada uno fue a lo suyo. Carapaz contra López por ser el mejor joven, Pinot por el podio... Dumoulin era el que luchaba por la carrera. Quizá tras Finestre debió haberse lanzado en solitario en el descenso. Era difícil.
Froome ya ganó en el Zoncolan y al día siguiente perdió tiempo. Hoy puede pasar de todo, pero bien es cierto que tiene la victoria final de este Giro de Italia en su mano. Las fuerzas están justas y todo se puede igualar. No hay que descartar a Dumoulin todavía. Las dos primeras plazas parecen definidas mientras que el tercer cajón del podio aún está abierto. Nadie se atreverá a realizar una exhibición como la de ayer. Tiene pinta de que todo se decidirá en el último puerto, el Cervinia. Y el Sky se dedicará a controlar al holandés, por lo que intentarlo antes de la subida final será difícil.
Además Froome cuenta con la ventaja de que ya no tiene que atacar. Aunque la ventaja es sólo de cuarenta segundos y si hay alguien capacitado en la carrera para quitárselos, ese es Dumoulin. Respecto al Caso Froome, que sigue sin resolverse, veremos y oiremos de todo. Es una pena que tanto tiempo después no haya una resolución pero, a día de hoy, solo queda disfrutar de esta exhibición ciclista. Fue un día terrible, en el que gastamos muchísimas fuerzas. Froome estuvo muy fuerte y se merece lo que consiguió. Sinceramente, no pensé que aguantaría hasta Bardonecchia cuando atacó a 80 kilómetros de la meta. Quizá fue un error esperar a Reichenbach, ya que bajó como una abuela Finestre. Tampoco nos ayudaron a Pinot y a mí ni López ni Carapaz, pero ya me he acostumbrado en este Giro a llevar la responsabilidad. Cada uno hace su carrera, y yo soy el defensor del título y me corresponde tomar más la iniciativa que a los demás”.
“No creí que Froome resistiera”
Nunca lo había pasado tan mal en una etapa, fue para olvidar. No sé si fueron los nervios de llevar la maglia rosa en la última semana, o si pagué los esfuerzos de las dos semanas anteriores y de la defensa del liderato en la contrarreloj. El caso es que me sentí vacío, sin ninguna energía. Duele perder así tus opciones de ganar una grande como el Giro, pero lo di todo en cada jornada y conseguí tres triunfos hasta Finestre”.
“Uno de esos días para olvidar”