Contra Cristiano y contra el shock
España, obligada a superar su trauma ante la eurocampeona
Aturdida por un fuerte traumatismo salta España al Mundial. El partido ante Portugal, en realidad, se percibe como un alivio: la competición para hacer desaparecer la conmoción. Así lo entienden también los apostantes, a los que la sustitución de Hierro por Lopetegui no ha hecho cambiar de opinión. España sigue como tercera favorita, aunque con un horizonte menos despejado al de hace tres meses, cuando goleaba a Argentina (6-1) y asombraba al mundo. Ahora llega con un empate ante Suiza, una victoria mínima y sufrida ante Túnez, el desgarro del despido del técnico que la ha llevado hasta aquí y la incertidumbre de un sustituto que ha preparado esto con dos entrenamientos. Una invitación al pesimismo si no estuviésemos hablando de fútbol, que a menudo canjea crisis por oportunidades.
El cambio de guardia no lleva aparejada la revolución. Así que se espera a los que hubiera elegido Lopetegui, con tres casos, uno por línea, pendientes de resolución. Nacho u Odriozola
Hierro Debutará con el once de Lopetegui, Diego Costa incluido
UN ESTADIO IMPRESIONANTE
España debuta hoy en el Mundial en el Fisht Stadium de Sochi, que tiene una capacidad para 48.000 espectadores y que dejó una grata impresión a los internacionales españoles en la toma de contacto que tuvieron en el entrenamiento. en la derecha para suplir a Carvajal, que no llega a tiempo, y para sujetar a Cristiano. Parte con ventaja el madridista, mejor dotado como centinela. Thiago o Koke, en el centro, con mejores números para el atlético para un partido que exigirá solidez. Y el caso sin resolver del nueve. Los números están con Iago Aspas (cinco goles en sólo 348 minutos con la Selección); el momento, con Rodrigo (19 tantos con el Valencia y un gran partido con España en Alemania); y la experiencia y el caché con Diego Costa (siete goles en veinte partidos con La Roja y 277 encuentros de máxima exigencia con Atlético y Chelsea), probablemente el elegido. El resto tendrá apariencia clásica, bajo el mando de Iniesta y Silva y el punto de magia de Isco. Porque en la última década los cambios no se han llevado por delante el estilo, la coreografía de un centro del campo dominante y posesivo como eje fundamental del juego.
El centro del campo al que teme Portugal, campeona de Europa, dirigida por Fernando Santos, un ingeniero de telecomunicaciones de 63 años que ha pasado su carrera saltando de su país a Grecia y viceversa. Ofrece un equipo construido en torno a Cristiano, que la llevó a un título mayor, empeño en el que fracasaron otras generaciones tan notables como la de