Por sexta vez llega a la media de al menos un gol por partido
Eusebio en los sesenta o la de Figo y Rui Costa a principios de este siglo.
Una selección que no engaña. “Prefiero ser feo en el campo que guapo en mi casa”, se justifica ante los críticos hacia su estilo, restrictivo en ataque. Y es que Portugal se mueve en una posesión de entre el
51% y el 55% y entre
13 y 18 disparos por encuentro ante rivales de menor entidad. Y entrega la pelota ante los de mayor tamaño.
Para esta cita ha dejado fuera a jugadores de gran reputación (André Gomes, Nani, Cancelo, Semedo…) y ha sobrellevado la crisis de los internacionales del Sporting. Cuatro de los que rescindieron están con él y dos de ellos (Rui Patricio y William Carvalho) apuntan a titulares. En cualquier caso, ha conseguido crear un grupo inquebrantable. Pasó la primera fase de la Eurocopa milagrosamente, con tres empates, en medio de una censura general. Y entonces arengó al grupo: “Creed en mí y llegaremos a la final. Y el que no crea, que se marche”. Le ganaron el título al anfitrión, Francia. De aquella gesta de hace dos años quedan sólo la mitad (doce) y el manual de combate. “No nos estamos italianizando. Simplemente añadimos pragmatismo a nuestro estilo, porque hay partidos que no se ganan con talento”. Y por encima del debate del estilo está Cristiano, que por sexta vez ha cerrado una temporada con una media de al menos un tanto por partido (44 dianas en 44 duelos con el Madrid este curso). El gol es ajeno a sus estados de ánimo y a sus vaivenes con el Madrid.
Se espera un cuarteto de centrocampistas, con los dos mediocentros del Sporting, Adrien Silva y William Carvalho, y Moutinho y Joao Mario por fuera. Pretende Santos evitar una abrumadora posesión de España. “Les gusta adormecer al rival”, advierte. También está en el guión una primera presión elevada. Y es segura la máxima competitividad de jugadores de once ligas de Europa, entre ellas las cinco principales. Ni portugueses ni españoles, en condiciones normales de humedad y ambiente, probablemente necesiten la victoria para pasar, pero sí para ahuyentar temores y reafirmar convicciones.
Cristiano