Sumó 20 puntos y 29 de valoración tras un gran tercer cuarto
la quinta falta de Shengelia. El georgiano fue presa de la frustración. Había caído en las garras taponadoras de Tavares.
El ritmo inicial del Baskonia resultó altísimo y supo también saltar el muro Tavares con Poirier de finalizador, siempre buscándole la espalda al gigante. Después de una primera parte frenética y de tres triples seguidos de Beaubois (51-42), los blancos agarraron el mando en un tercer cuarto estelar de Doncic (11 puntos y 16 de valoración en ese periodo). Sin embargo, con 60-65 y posesión, el esloveno se durmió, Rudy ejecutó un tiro-gancho precipitado y el rechace culminó en una transición veloz con un triple sobre la bocina de Voigtmann. Los de Pedro Martínez, en pleno derrumbe mental, se incorporaron de un salto. Puño en alto.
El baloncesto es muchas cosas, pero siempre un estado de ánimo capaz de generar energía y aupar a un equipo entero. Esa fuerza heredada de la acción de Voigtmann casi le da la batalla al Baskonia. El parcial se estiró hasta un 12-0: 72-65. El quinteto blanco parecía capitular y... sí, Carroll al rescate. Triple frontal y entrada marca Yeisi. Y luego cañonazo desde la esquina. Rudy robaba un balón clave y dejaba su sitio a Doncic, que selló el 2-1. El Madrid ha dado la vuelta a la tortilla. Le falta rematar, aunque ya tiene de nuevo red de seguridad: un quinto duelo en casa.
Doncic