Asado y vino: la receta le funciona a Uruguay
Después de cada partido hacen una barbacoa
Nadie habla de Uruguay y ese es un peligro considerable para sus rivales teniendo en cuenta la competitividad del equipo que dirige el Profe Tabárez. Ya están matemáticamente en octavos con dos victorias poco brillantes, pero efectivas, en la línea de lo que viene siendo este equipo en los últimos campeonatos. Únicamente dos goles, ante Egipto y Arabia Saudí, ambos a balón parado, han sido suficientes para verlos en octavos.
La eficacia de los uruguayos en las acciones de estrategia es la mejor del torneo hasta ahora con un 100% de ratio en sus goles y el balón parado. Frente a Arabia perdieron la posesión (45%-55%) y dieron menos pases (537 frente a 601), pero sin embargo tuvieron más situaciones de ataque (86 a 75) y más tiros (12 contra 8).
No hay secretos con esta Uruguay que tiene dos centrales imponentes como Godín y Giménez (ganaron el 100% y el 67% de sus disputas aéreas, respectivamente), un centro del campo de lo más sólido y una pareja atacante punzante con Cavani y Luis Suárez. El culé por fin pudo anotar después de un primer partido aciago ante Egipto. Una de las claves de este rendimiento, campeonato tras campeonato, es el buen ambiente de su grupo.
Una familia, como lo ha denominado Tabárez. El veterano técnico se encarga de potenciar esto con su gestión de grupo. Una de sus consignas es permitir que los jugadores hagan un tradicional asado todos los días posteriores a los partidos. Tras derrotar a Arabia, también lo repitieron.
El chef, Aldo Cauteruccio, fue el encargado de asar la carne, una dieta poco recomendable para un deportista de élite cuando está ante un torneo así. “Alegría en Nizhny compartiendo un asado de Aldo Cauteruccio con la banda, el Cachete y Seba”, colgó Stuani, jugador del Girona, en sus redes sociales.