AS (Aragon)

Mil pases para un autogol

España dio 1.174 pases fueron hacia adelante Declive del tiqui-taca: sólo 278 El tanto llegó a balón parado

- JAVIER HERNÁNDEZ EL ANÁLISIS

Más de mil pases para hacer un gol que se marcaron los rusos en propia puerta. Esa es la lectura de los números de España. En concreto, la Selección dio 1.174 pases, de los que 1.073, el 91 por ciento, fueron acertados. Rusia, por ejemplo, paró su cifra en 344 pases, 255 de ellos bien.

El tiqui-taca en su versión peor entendida derivó en eso, en muchos pases para poco peligro: 9 tiros a puerta de los que realmente apenas un par representa­ron una amenaza de gol real: el disparo de Iniesta al final del partido (84’) de cuyo rechace Aspas tuvo otra ocasión, y el de Rodrigo en la prórroga (108’) que despejó Akinfeev.

Para mayor sonrojo, el gol de España, aparte de ser marcado en propia puerta por Ignasevich, nació a balón parado,

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no fruto del juego colectivo, cuestión que tampoco da brillo a la puesta en escena que hizo la Selección. Un juego combinativ­o intenso que dio a España el 79 por ciento de posesión frente al 21 de los rusos.

España había dominado a su rival en los tres partidos de la fase de grupos. Tuvo más el balón que Portugal, que Irán y que Marruecos, y a los cuartos de final la Selección llegaba con este dato acumulativ­o: España había dado 764 pases de media por partido; Rusia, 305. En el estadio de Luznikhi, España se superó con creces.

Mucha combinació­n horizontal pero poca vertical. Las estadístic­as del partido lo reflejan con absoluta crueldad, y de los 1.174 pases dador por los jugadores españoles sólo 278 fueron hacia adelante, 702 obedeciero­n a combinacio­nes laterales y 194 para atrás.

Ramos, el que más.

Hay más datos reveladore­s que no dejan bien parado el fútbol desarrolla­do por el equipo de Hierro. De ese cúmulo infinito de combinacio­nes en corto, el futbolista que más pases dio fue Sergio Ramos (188). Le sigue Jordi Alba (167) y también Piqué figura entre los cinco que más veces tocaron el balón, con 133. En medio se cuelan Koke (160) e Isco (158).

El tiqui-taca no nació para que los defensas manoseasen el balón y convirties­en el partido en un tuya-mía tan abusivo como insulso. A los aficionado­s españoles que siguieron el partido en sus casas les sucedió lo mismo que a los rusos que estaban presentes en el estadio, que no entendían para qué servía ese largo tiqui-taca.

 ??  ?? DESOLACIÓN E INCOMPRENS­IÓN. Aficionado­s españoles ayer en el estadio Luznikhi, con la mirada perdida y de brazos cruzados.
DESOLACIÓN E INCOMPRENS­IÓN. Aficionado­s españoles ayer en el estadio Luznikhi, con la mirada perdida y de brazos cruzados.
 ??  ?? DESPEDIDA. Iniesta jugó ayer su último partido con la Selección.
DESPEDIDA. Iniesta jugó ayer su último partido con la Selección.
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