Cristiano, los egos y otro triste adiós
Tenía que llegar el día y llegó. Nueve años después de su fastuosa presentación en el Bernabéu, terminó la etapa de Cristiano Ronaldo en el Real Madrid. Y no precisamente de la mejor manera. Con el adiós más frío posible al jugador más importante de la historia del club junto a Di Stéfano.
Durante todo este último proceso nadie ha estado a la altura. Ni un club con la leyenda del Real Madrid ni un futbolista de época como Cristiano. Con la historia escrita entre ambos durante casi una década, el final bien merecía una retirada de blanco. Pudieron los egos y el dinero.
A Cristiano en cualquier caso hay que agradecerle su dedicación absoluta desde el primer día que llegó. Ha sido el jugador con mayor autoexigencia de los tiempos modernos, siempre cuidando su preparación física y obsesionado con el rendimiento. Se equivocó en Kiev en una noche que era de celebración, pero su legado es enorme. Un total de 450 goles en 438 partidos y cuatro Champions, tres de ellas consecutivas, hablan de una época.
Es cierto que el club continúa y estará siempre por encima de cualquier jugador, pero también que va siendo hora de despedir a nuestras leyendas como lo merecen.
David Martínez Madrid