“Yo cambié la mentalidad del waterpolo en España”
Dragan Matutinovic (64 años) es seleccionador femenino de Croacia. Del 90 al 93 dirigió a la masculina española y logró la plata mundial y olímpica. Habla sin tapujos.
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¿Por qué el waterpolo femenino no está desarrollado como el masculino en los Balcanes?
—El waterpolo masculino no deja que se desarrolle el femenino. Así de claro.
—¿Y eso?
—Quieren toda la atención y el dinero. En Montenegro no existen las chicas. Y en Serbia y en Croacia tenemos un nivel bajo.
—Pero en otros deportes no sucede, como baloncesto o balonmano.
—No es un asunto cultural ni social, es de nuestro deporte. Aun así, hemos hecho un buen trabajo, ya que logramos meternos en el Europeo.
—Hace 25 años que usted dejó España. ¿Qué opina del waterpolo masculino?
—El waterpolo español tiene los mejores jóvenes, pero les falta un sistema de trabajo. No dudo de que lo hagan bien, pero es insuficiente. Ser sextos en Europa no es nada. Para dar ese paso necesitan cantidad y trabajo.
—¿Es lo que halló en 1990?
—El deporte es seriedad, trabajo y disciplina. Ellos no lo hacían: jugaban, se divertían y hacían bromas. Al principio fue difícil. Me llamaban duro, balcánico... Pero la RFEN me apoyó.
—¿Y empezó con su método de entrenamiento al límite?
—No era mío, así se entrenaba en Yugoslavia, Hungría y Rusia. No era nada del otro mundo.
—¿Por qué se entrenaban ocho horas al día?
—También descansábamos.
Filosofía “El deporte es seriedad, trabajo y disciplina. Y ellos no lo hacían...”
¿Por qué ocho horas? Porque llevaban años de malos entrenamientos. Yo puse esa exigencia para ganar fuerza física y, sobre todo, mental. Teníamos que estar preparados para estar frescos y decidir el partido en la última jugada. La preparación física con cuatro horas es suficiente, pero la fuerza mental es diferente. Las ocho horas te dan seguridad. —Algunos jugadores dicen que con usted perdieron oros. —Yo cambié la mentalidad del waterpolo español. Luego viene el boya cubano Iván Pérez y ganan oros. Si yo lo hubiera tenido hubiera ganado todo. Cogí al equipo noveno de Europa y logré ponerlo segundo del mundo. Disputé cinco competiciones fuertes, y gané cinco medallas: tres platas y dos bronces. Conmigo no fueron campeones. Pero, ¿cómo estábamos antes? Los undécimos.
—Salió de forma abrupta de la Selección...
—No me lo merecía. Tuve luego opciones de volver, pero salió una generación de técnicos que me vieron como un peligro.
—¿Qué momentos divertidos recuerda?
—Los partidos de fútbol que jugaban, unos del Barça y otros del Madrid. Jesús Rollán era bueno en todos los deportes. Una vez me robaron el plato de jamón y queso antes de la comida, y les dejé sin postre. Había dos bandos, de Estiarte y de Sans, pero gracias a Rollán y Toto García nos unimos.
—¿Cómo resume su etapa?
—Estiarte era el máximo goleador, pero el equipo no ganaba medallas. Conmigo fuimos un equipo. Puse las bases.