Roglic: un exsaltador que apunta al segundo puesto
Dumoulin le saca 19 segundos: “Sería un sueño conseguido”
Primoz Roglic es la sensación de la temporada. Ganador de la Vuelta al País Vasco y Romandía, lleva ocho triunfos en total, incluida ayer su segunda etapa en el Tour (en 2017 venció en Serre Chevalier). No obstante, sólo lleva seis temporadas como ciclista, ya que hasta 2012 se dedicó también profesionalmente a los saltos de esquí.
Una mala caída y varias fracturas le condujeron a la bicicleta. Primero, para recuperarse. Luego como pasión y trabajo. Se proclamó campeón del mundo júnior por equipos en 2007, pero no llegó a competir en pruebas de la Copa del Mundo. Sí que constan en su palmarés dos victorias en la Copa Continental y participó en el Grand Prix de Verano: “Se me daba bien, pero ahora el tiempo ha demostrado que decidí correctamente al cambiarme de deporte”.
El esloveno debutó en 2013 con el Adria Mobil, y en 2016 le fichó el Lotto Jumbo: “Nunca me he marcado objetivos claros, sino simplemente mejorar. Al principio iba bien en la contrarreloj, y después de un duro sacrificio las subidas y las bajadas parecen también a mi alcance”. Pese a que muchos le señalaban como el tapado, como ha sucedido, en el equipo no le presionaron: “Nunca me había entrenado para una ronda de tres semanas, no sabíamos hasta dónde sería capaz de aguantar”.
Subcampeón del mundo de crono en Bergen, en 2017 (sólo por detrás de Tom Dumoulin), se ha presentado en otra contrarreloj con la oportunidad de acabar segundo del Tour de 2018: “Supondría un sueño hecho realidad. Thomas nunca flaqueó. Creo que los 31 kilómetros, con cuestas y técnicos, se me adaptan de maravilla”. Defenderá 13 segundos con Chris Froome y debería recortar 19 a Dumoulin, al que contestó por acusarle de aprovechar el rebufo de las motos: “No hice nada malo. Únicamente me encuentro muy fuerte desde que empezamos en la primera jornada”. Un buen aviso.
En su etapa de saltador llegó a ser campeón del mundo júnior por equipos