‘Solo’, supervivencia al límite en una historia real
La película llega a los cines el próximo viernes 3
El 7 de septiembre del 2014 y las 48 horas posteriores cambiaron la vida de Álvaro Vizcaíno, un empresario de 38 años que combinaba su trabajo con su pasión: el surf. Solo es la versión cinematográfica de esta historia basada en hechos reales que se estrenará en los cines españoles este próximo viernes.
Aquel fatídico día, de camino al agua, este vecino de Fuerteventura resbaló por las dunas de Punta Paloma y cayó al vacío. Por suerte quedó agarrado a unas piedras, pero tras varios minutos, sus brazos cedieron y acabó cayendo al nivel del mar, a una zona llena de rocas. En la caída se había roto la cadera en tres partes y tenía una terrible herida abierta en la mano. No tenía agua. No tenía comida. Así pasó hasta 48 horas, llegando a aceptar que iba a morir allí, hasta que “un milagro” -en palabras suyas- le salvó la vida.
Solo está dirigida por Hugo Stuven y protagonizada por Alain Hernández y Aura Garrido y según el director pretende ser “un reflejo de la fuerza interna del ser humano en momentos límite, de verdadera angustia”.
Todos los involucrados en el rodaje reconocen que fue extremadamente difícil, “había secuencias que no sabíamos cómo las íbamos a hacer”, reconoce Stuven, quien únicamente se impuso el tiro de cámara a la altura de los ojos del actor. “Decidí que fuera orgánico, y muy de verdad”, así que, explica el director, las gaviotas “eran las que había allí, los peces, la turbiedad del agua...”.
Stuven se ha ayudado de unos planos aéreos grabados con un dron que ponen en su sitio la inmensidad del mar, la dureza del paisaje, la belleza, y a la vez, la agonía del protagonista. Y también se ha ayudado de Álvaro, que aparece en los planos finales de la cinta, y que se involucró en el proceso de creación de la historia. “Él tenía muchas ganas de expresar cosas, quería decir, y yo opté por transmitir sólo con imágenes; también fue un reto narrativo”, explicó el director.
Surfista Álvaro Vizcaíno pasó 48 horas luchando por su vida