Martín y Pérez: doble oro histórico de la marcha
Ganaron el 20 km masculino y femenino Diego García Carrera, plata
Un sospechoso olor a gas cerca de Breitscheidplatz retrasó el inicio del 20 km marcha femenino de los Europeos de Berlín y la salida se hizo conjunta con la masculina. Dos horas de espera que merecieron la pena, porque hubo festival de la marcha española que, como siempre, salió al rescate en un medallero que coqueteaba con la crisis. Por eso la verbena fue grande y porque hubo dos históricos oros, los de Álvaro Martín y María Pérez, y, además, la plata de Diego García Carrera. Nunca en la historia se hizo doblete masculino y femenino. Ya sí, en un circuito a tope de público junto al Zoo. Otro dato, de los tres medallistas ninguno pasa los 24 años.
Los marchadores españoles en liza en las resbaladizas curvas del circuito frenético de un kilómetro eran Miguel Ángel López, Alberto Amezcua, García Carrera y Martín. “Cualquiera podía ganar medalla, teníamos un equipazo”, decía Martín, que resultó el vencedor de una prueba de eliminación. López, defensor de la corona de Zúrich 2014, cedió primero (acabaría sexto). Luego se quedó Amezcua y después todos... menos García Carrera, Álvaro Martín y el ruso sin bandera Mizinov al que descolgaron y se quedó el bronce. Martín, de 24 años, atacó largo y llegó solo a meta (1h 20:42), sabedor del final de García Carrera, plata a los 22 y siguiente en la línea de sucesión.
Poco más de cinco minutos después, en 1h 26:36 y con récord de los Campeonatos, llegaba María Pérez, una granadina de Orce que es todo casta a sus 22 veranos. La checa Drahotova y la italiana Palmisano se presentaron como enemigas de la pequeña ‘Mari’, una guerrera del arte de caminar rápido. Primero, sufrió, se quedó. Pero encontró a su compañero de entrenamientos Amezcua, que seguía rezagado, y se transformó en otra. “Mi punto fuerte es el último 5.000, sabía que si llegaba viva tendría muchas opciones”, revelaba. El oro estaba en Orce y España tenía tres medallas más.
Cada uno de los tres medallistas está integrado en una dinastía de la marcha española. Álvaro Martín fue un talento precoz. Con 18 ya estaba en los Juegos de Londres y sobre él apuntaban con presión creciente los focos heredar los éxitos de López, ahora su compañero en las duras sesiones de Navacerrada a las órdenes de José Antonio Carrillo, el sabio de Cieza que le acogió tras romper en diciembre con José Antonio Quintana, su anterior técnico. “No sabía dónde meterme”, decía sobre ese tiempo.
García Carrera sí pertenece, y muy fiel, al grupo de Quintana, la dinastía madrileña en la que está Laura García Caro (sexta ayer). Madrileño y músico de conservatorio, en 2017 fue oro europeo Sub-23 y ahora se consolida con los absolutos. Mari Pérez llega desde los de Guadix, el grupo de Jacinto Garzón, un exmarchador que cuida al detalle a la nueva joya. Con el bronce de July Takacs en 50 km femenino, que se entrena con la saga Pastor-Bragado, la marcha suma cuatro medallas en Berlín. Un buen festival.
Juventud Martín es el mayor de los medallistas con 24; Pérez y García, 22