Al Zaragoza de Pombo sólo le faltó el VAR
Rafa Mir empató en fuera de juego para la Unión Deportiva
Para desgracia del Real Zaragoza, no hay VAR en Segunda División. En el primer gran duelo por el ascenso de la temporada, el equipo aragonés ofreció a su afición la mejor primera parte de los últimos tiempos, un periodo en que debió haber resuelto claramente el partido, pero no acertó a rematar a la Unión Deportiva Las Palmas y luego un gol en orsay de Rafa Mir determinó el empate entre dos de los gallitos de la categoría.
En su regreso a La Romareda cinco años y tres meses después, Manolo Jiménez cambió el sistema y dispuso a su equipo con tres centrales, dejando como gran referencia de su ataque a Rubén Castro, verdugo histórico del Zaragoza y que sorprendentemente no marcó esta vez. Idiákez, por su parte, juntó a Marc Gual y a Álvaro Vázquez en la delantera y retrasó a Pombo a la mediapunta, sacrificando al suizo Buff, lo que fue todo un acierto. En el lateral zurdo Nieto, activísimo por su banda, relevó a Lasure y demostró que está para jugar muchos minutos.
El Zaragoza salió como un tiro y dominó la primera parte de cabo a rabo. Sólo marcó un gol, una maravilla de fútbol combinativo cocinado entre el nigeriano James y Pombo, pero mereció dos o tres más. Y es que antes de que Álvaro Vázquez abriera la cuenta en el minuto 28, Pombo, en estado de gracia, y el propio Álvaro, en un par de ocasiones, desaprovecharon claras oportunidades. También pudo marcar Marc Gual en el 35’, dentro de un festival ofensivo más que notable del equipo aragonés.
La Unión Deportiva Las Palmas, desconcertada, no supo cómo meterle mano al partido y se vio sorprendida por el espléndido dinamismo de James Igbekeme ––ojo a este jugador que puede ser una de las sensaciones del campeonato––, las maniobras desde el enganche de Pombo, que estuvo en todas, la velocidad y profundidad de Benito y la movilidad de Marc Gual y Álvaro Vázquez, que pudieron ponerse las botas en un primer tiempo redondo del Zaragoza.
Manolo Jiménez se sacudió el miedo, revisó por completo su ideario durante el descanso y pasó a jugar con defensa de cuatro, dejando en la caseta al veterano central David García y dando entrada a Tana como mediapunta. El equipo grancanario volvió del vestuario con otro espíritu y mayor presencia en el centro del campo, y durante el primer tramo de la segunda mitad buscó con decisión el empate.
Idiákez respondió a la maniobra de Jiménez retirando al goleador Álvaro Vázquez y metiendo a Buff en la línea de tres cuartos, lo que devolvió a Pombo a la delantera. Pero cuando el partido se había equilibrado, la Unión Deportiva logró el empate al cabecear Rafa Mir en fuera de juego una falta sacada por Tana, el gran revulsivo canario.
El equipo de Idiákez acusó la igualada y perdió toda la frescura y la capacidad de asociación de la primera parte. Ya no tuvo el balón y fue el conjunto amarillo, por mediación del gigante checo Pekhart, el que estuvo muy cerca del 1-2.
En el ida y vuelta final, con los dos equipos descosidos en busca de la victoria, Pombo tuvo la victoria en el descuento, pero le faltaron fuerzas para culminar su excelente tarde.