La cabeza de Jorge salva al Tenerife de la derrota
En el minuto 92, Borja Valle había conseguido el 1-2
Otro de los alicientes del choque de ayer era comprobar el nuevo césped del Heliodoro, resembrado durante el verano. Y respondió muy bien gracias a los trabajos realizados desde principios de julio que fue cuando se colocaron los tapetes. En pretemporada no se pisó y eso ayudó.
Tablas en un final vibrante. Borja Valle había establecido el 1-2 en el 92 y en la última acción, igualó Jorge de cabeza. La primera parte a un Deportivo mucho mejor, pero en la segunda, el Tenerife salió decidido y logró empatar y hasta pudo ganarlo. Para los locales, es el tercer empate, mientras que los coruñeses salen invictos en estas primeras salidas. Suso llegó a los 250 partidos con los insulares.
Dominio gallego.
Antes del minuto, Quique tuvo una muy buena ocasión, de esas que él no perdona para adelantar al Depor: un buen centro del área de Borja llegó a su cabeza y el vallisoletano, muy solo, remató alto. Carles Gil se ubicó entre los centrales y los dos mediocentro y allí encontró petróleo porque hizo lo que quiso. Tanto, que un remate suyo con la zurda, acabó estrellándose en el palo de Dani, que nada pudo hacer (9’). En la siguiente acción llegó la jugada más que polémica del primer acto, en la que el colegiado vio falta de Alberto dentro del área y sancionó penalti. La rigurosidad del colegiado acabó en gol de Quique, que disparó con seguridad.
Tras el descanso, Etxeberria metió a Nano para encontrar soluciones a su poca pegada. El dominio era todo local. Y de tanto ir, llegó el empate. Una buena combinación ofensiva acabó con un golazo de Bryan Acosta desde fuera del área. Inatajable. Eran los mejores minutos de los tinerfeños de toda la temporada. Los cambios de Natxo (Pedro Sánchez y Moreno) le trajeron un poco de paz a su equipo que se veía desbordado.
En el tramo final, los dos buscaron la victoria, aunque el Tenerife parecía más vivo, pero Pedro Sánchez perdonó ante Dani. En el otra área, fue Carlos Ruiz, el que lo tuvo, pero cabeceó alto. Entonces llegó el silencio primero, por el gol de Valle y el delirio, después, ante el cabezazo de Jorge.
EL NUEVO VERDE RESPONDIÓ BIEN