Setién y Joaquín, la clave del éxito bético
Su conexión, vital en el césped y en el vestuario
Derbis El técnico cántabro ha ganado ya dos en nueve meses
Muchas felicidades, capitán! Estás aún como un juvenil. Eres incombustible”. Así fue la felicitación de Quique Setién a Joaquín Sánchez en las redes sociales el pasado 21 de julio, el día en que el capitán portuense cumplía 37 años. Dos meses y medio después y una lesión muscular de por medio, Joaquín marcó el gol que daba al Betis y su técnico otra victoria memorable, de nuevo ante el eterno rival y tras 12 años sin conseguirlo en el Benito Villamarín. Y ambos se fundían en un abrazo, sintomático de la dupla que forman en el banquillo y el césped.
Porque Joaquín es el alma de este Betis. Y Setién lo sabe. Aprovecha el buen rollo que aporta el capitán en el vestuario, clave para que el equipo verdiblanco haya subido sus prestaciones de estos últimos años. Y, mucho más allá, le sigue dando a Joaquín el rol de futbolista imprescindible que tiene por muchos fichajes que se hayan hecho con él en la plantilla. Nadie, lo sabe el cántabro, ha merecido ni conseguido quitarle al capitán la importancia a la hora de desbordar... Y de decidir partidos como el del domingo.
El de Joaquín, de hecho, ha sido el primer tanto oficial del Betis en toda la campaña. 260 minutos después de debutar contra el Levante.
Y tuvo que llegar cuando apenas llevaba cinco minutos sobre el campo. Setién necesitaba su prolongación sobre el césped para darle la vuelta a la situación y mirar al futuro con optimismo.
El santanderino, por su parte, se ha convertido ya en un hombre-derbi para los verdiblancos. Quique Setién ha ganado dos partidos ante el eterno rival y lo ha hecho en menos de nueve meses, desde aquel 6 de enero en el que goleó por 3-5 en Nervión a un recién llegado Vincenzo Montella hasta el 1-0 con gol de Joaquín Sánchez este domingo, ante el soriano Pablo Machín. La decisión de meter en el campo al extremo portuense, que venía de una lesión de varias semanas, acabó siendo fundamental para lograr la victoria en los minutos finales del encuentro. Un cabezazo del capitán proporcionó una victoria de gran valor sentimental para el beticismo. El Día de Reyes, el Betis también había acabado ganando el encuentro gracias a la táctica y a los cambios del técnico verdiblanco.