Lucas Mondelo “El estilo de la Selección es reconocible e innegociable” “Nunca la retiraremos nosotros, lo hará cuando ella quiera”

Laia Palau Favorito “EE UU está dos escalones por encima del resto”

Mondelo se hizo cargo de la Selección femenina en el Preeuropeo de Francia en 2012. Desde entonces, España encadena cinco podios seguidos: dos oros europeos (2013 y 2017), un bronce continental (2015), una plata mundial (2014) y otra olímpica (2016).

¿Hubiera firmado llegar a este punto así?

—Si lo enfoco en que ha habido tocadas pensaría ‘uy, qué susto, qué miedo’, pero luego analizo cómo hemos avanzado y cómo han crecido jugadoras que de otra manera hubieran tenido menos oportunidades... y es positivo. Las patas de la mesa son las patas de la mesa y las jugadoras de rotación han crecido. Eso nos hace más fuertes.

—¿Le preocupa que Alba Torrens llegue al Mundial con poco rodaje?

—No me preocupa. Tiene una calidad baloncestística indiscutible e indudable; llega con confianza y dentro del campeonato va a ir creciendo. Al final,

Alba es Alba. No vamos a descubrir nada nuevo.

—El otro día comentaba que, debido a las tocadas (Torrens y Silvia Domínguez), tenía un plan A y uno B.

—Confío en tener los dos, eso nos da más seguridad. A veces el plan A no te sale bien por las circunstancias o el rival y debes tener gente preparada para cambiar la idea de juego. Lo importante es que pueda hacer el plan A, sabiendo que también tengo un B.

—Hace tiempo comparó el juego de esta Selección con el

tiqui-taca. ¿Sigue siendo así? —Nuestra forma de jugar, nuestro estilo es reconocible e innegociable. Todas las que van entrando comparten esa filosofía. Tal vez hemos mejorado nuestro tiqui-taca, tenemos más confianza y más experiencia. Y como siempre, cada año intentamos meter algún elemento nuevo. Tenemos muchos conceptos adquiridos y eso nos permite crecer tácticamente.

—¿Cambia los planes la baja de Sancho Lyttle y la entrada de Astou Ndour?

—Son diferentes. No vamos a negar que con la baja de Sancho hemos perdido a nuestra Pau Gasol, pero cuando ha faltado Pau ha habido otros jugadores que han dado un paso adelante. A nosotros nos pasa lo mismo. Tal vez Astou sea más ofensiva y Sancho es más defensiva y buena pasadora. Nosotros tenemos que arar el campo con los bueyes que tenemos, pero confío en Astou y en el resto de jugadoras.

—Ha dicho que hay equipo hasta los Juegos de Tokio. ¿No se ha quedado un poco corto?

—No me expliqué bien. Me refería a que las jugadoras de esta generación, que tanto nos han dado, van a llegar como mínimo a Tokio 2020. Después nos reinventaremos. Lo que pasa es que este grupo ha hecho cosas que nadie más ha logrado en Europa a excepción de la URSS en los 70 y los 80. Es tan difícil que se repita, que parece menos de lo que es.

—¿Ve a Laia Palau más veranos con España?

—Va a jugar la Liga Dia con el Girona y ahora mismo está a un nivel altísimo. De hecho, es la base titular y la capitana. A Laia nunca la retiraremos nosotros, se retirará ella cuando quiera. Es lo mínimo que se merece por todo lo que nos ha dado.

—¿Le preocupa algún rival?

—Aparte de EE UU, hay dos selecciones que son fortísimas: Francia y Australia. Y ojo con Canadá, que viene con todo y siempre se ha quedado muy cerca de las medallas. Después hay equipos que no creo que tengan opciones de medalla pero te pueden dar un disgusto: China, Japón y Bélgica.

—¿Es mayor la diferencia con EE UU en chicas?

—La diferencia es la misma que había en Barcelona 1992 entre el

Dream Team

y el resto de equipos. Puedes aguantar un cuarto, dos... pero al final están dos escalones por encima de los demás.

—Hace unas semanas se convirtió en el seleccionador con más victorias. ¿Qué balance hace de estos siete veranos?

—Cuando entré nunca pensé que iba a pasar todo lo que ha pasado. Por un lado, siento mucho orgullo, pero también mucha responsabilidad porque soy la punta de la pirámide de todos los seleccionadores que han hecho y están haciendo un gran trabajo y que podrían estar en mi puesto. También tengo ilusión de seguir alargando esto todo lo que se pueda.

—¿En qué ha cambiado?

—Estoy más tranquilo, pero en esencia no he cambiado, ni en lo bueno ni en lo malo.