Fragilidad en las áreas El Zaragoza tiene un serio problema con balón que le impide tener ocasiones y a su vez propicia contras del rival
El Real Zaragoza mete la mitad de goles y encaja el triple en estos últimos seis partidos que en los cinco primeros del curso
El Real Zaragoza va de más a menos y se encuentra en plena caída libre, tal y como indican los números. Además de encadenar seis partidos sin ganar, cuando en los cinco primeros no había conocido la derrota, el equipo aragonés mete la mitad de goles y encaja el triple ahora que en la primera parte de la temporada. El balance en esos cinco encuentros, contando Liga y Copa, era de nueve goles a favor y tres en contra, mientras que en los últimos seis únicamente ha metido cuatro y ha recibido nueve.
Esa fragilidad en las áreas responde más a una cuestión de juego o de funcionamiento colectivo que a nombres propios. De hecho, Cristian Álvarez y Ratón, en la Copa, han sido los mejores en los últimos encuentros y poco han podido hacer en los tantos encajados. Y en el ataque, cada vez es menos habitual que los delanteros dispongan de alguna ocasión clara de gol. Por ejemplo, frente al Cádiz, las dos mejores oportunidades llegaron a balón parado con sendos remates de Grippo, un central.
El Real Zaragoza, a excepción de la segunda parte contra el Albacete, ha dejado de generar las suficientes ocasiones de gol para que se hable de falta de puntería, como sí que sucedió contra el Palmas. Tiene problemas en la salida de balón y eso a su vez impide llegar con claridad al área contraria y facilita el ataque del rival, que sólo tiene que aprovechar las pérdidas de los aragoneses para salir rápidamente a la contra.
Así se explica el gol del Cádiz, el penalti del que se sirve el Numancia para marcar, el tanto del Osasuna, el golazo de Pita desde el centro del campo... El resto son fruto del balón parado, uno de los pocos aspectos en los que el Zaragoza sí que ha mejorado en los últimos partidos. Y es que últimamente parece más peligroso un córner a favor que en contra, con toda la defensa descolocada y un repliegue más que mejorable. Idiákez se la juega contra el Tenerife y es complicado pensar que puede revertir la situación cuando apuesta por la posesión y su equipo tiene un serio problema con balón que le lleva a ser extremadamente frágil en las áreas.