En Berna ya no vale empatar
El principal peligro del Young Boys está en el césped artificial de su estadio
El ‘Milagro de Berna’, como se conoce al triunfo de Alemania en la final del Mundial de 1954 sobre la favorita Hungría de Puskas, supuso un golpe de autoestima para la nación germana, hundida por la derrota en la II Guerra Mundial y sumida aún en la vergüenza por las atrocidades del nazismo. Aquel milagro futbolístico, en forma de goles de Max Morlock y dos de Helmut Rahn, supuso el pistoletazo de salida para el gran milagro alemán, el económico. Y sucedió en Berna, donde hoy juega el Valencia de Marcelino, un equipo sin nada de lo que avergonzarse pero que necesita ganar al Young Boys para recuperar la confianza perdida por tanto empate (8 en 11 partidos).
Marcelino recupera a Kondogbia, aunque el Valencia cojea por la izquierda. No están ni Guedes ni Cheryshev y Gayà está a un mal paso (o simplemente un esfuerzo de más) de la enfermería. El de Pedreguer sí viajó a Suiza, cosa que no hicieron el portugués, el ruso ni tampoco Garay. Pero Gayà llama a ser suplente y más jugándose
Cábalas El Valencia tiene que sumar los 6 puntos ante los suizos si quiere pasar
el partido en césped artificial, materia nada del agrado de Marcelino. Pero Gayà es Gayà.
Los blanquinegros comprobaron ayer que en el Stade de Suisse el balón bota más y la piel sufre con su roce. Pero ese césped cumple normativa UEFA y ahí se va a jugar. Ya lo dijo Mourinho a su manera en su visita al Young Boys: “Si Federer se adapta a pistas diferentes y gana...”. A dicha materia prima deben adaptarse los che, que acumulan 468’ sin hacer gol en Champions.
El Valencia se juega su razón de ser en Europa contra el Young Boys. Tras su empate en Old Trafford, los cálculos blanquinegros pasan por sumar los 6 puntos en juego contra los suizos y, dejando a la Juventus al margen de la ecuación, jugarse el pase a octavos en la última jornada contra el United en Mestalla. De paso, en el doble duelo ante el Young Boys, el Valencia debe asegurarse mínimo la tercera plaza del grupo H, un puesto que al menos le permitiría seguir allá por febrero compitiendo por el viejo continente e incluso hacerlo como cabeza de ratón (Europa League).