Víctor Sada se retira tras media vida en el Barça
Lo deja por falta de motivación
No es fácil despedirse del deporte profesional tras más de 20 años de carrera, pero hacerlo entre amigos, compañeros y risas es algo magnífico. Y así se despidió Víctor Sada del baloncesto, en una sala de prensa que se quedó pequeña, entre bromas, recuerdos y muchas emociones. Tras 17 años en el Barcelona, Sada mostró su agradecimiento: “Me lo he pasado muy bien jugando al baloncesto. He ganado títulos, he vivido y trabajando de lo que me gustaba. Y disputé dos partidos ante los Lakers”. Además, empezó y acabó su carrera en casa: “Ha sido un honor y un orgullo. Tengo ADN Barça”.
La carrera del base catalán, que jugó en el Barcelona, Girona y MoraBanc Andorra, ha tenido muchos momentos. Buenos y malos, pero entre los primeros quiso destacar cinco: cuando subió al primer equipo azulgrana, la FIBA Cup que conquistó con el extinto Girona, la Euroliga en la Final Four de París en 2010, la última Liga con el conjunto culé y el día de su despedida. De ellos, se quedó sin duda con la máxima competición continental. Sada, que no se olvidó prácticamente de nadie, agradeció a entrenadores, compañeros, cuerpo técnico y familiares todo lo que le han aportado durante estos años.
Borrón.
Y es que si Víctor Sada ha puesto fin a su carrera ha sido, esencialmente, por el aspecto mental. Evidentemente, como reconoció él, no estaba ya a su mejor nivel pero ha sido la falta de propuestas interesantes lo que le ha empujado a la retirada: “Me salieron algunas opciones al acabar en Andorra, pero no me motivaban. Además tuve un problema familiar y decidí aparcarlo todo para ayudar a mi pareja”. En cuanto a su trayectoria deportiva, se quedó satisfecho, pero hubo una pequeña mancha al final: “Me hubiera gustado acabar mi carrera de otra manera”, zanjó.