Suso y Reina, alma del Milán
El fútbol vive de señales, de momentos. Hace dos semanas, el Milán vivía ante el Betis
la noche más negra de este arranque de temporada. Había perdido el derbi con el Inter y, cuatro días después, cayó en San Siro ante el club heliopolitano. Gattuso pasaba sus días más duros y se empezó a hablar de despido y de la sombra de Conte, al que ganas de volver a entrenar en la Serie
A no le faltan. Ese momento negro ya se fue: en los siguientes partidos, los rossoneri renacieron. Tres victorias, con fútbol y garra, ante Sampdoria, Genoa y Udinese y la clasificación de la Serie A volvió a sonreír.
Ocupar el cuarto puesto es el objetivo vital de este curso: regresar a la Champions es más que una obligación, pero el renacimiento del Milán también pasa por esta Europa League, y en el Villamarín no se podía fallar. Tras una primera mitad complicada, los de Gattuso crecieron en la reanudación, concediendo muy poco a sus rivales. Y el empate, fundamental, lleva dos firmas españolas: una es la de Suso, ya clásica. Entre goles y asistencias, el gaditano ha sido protagonista en casi la mitad de todos los goles que marcó su equipo en este curso. Su zurda ya es sagrada.
La otra la puso Reina. Se dice que el Milán le eligió para reconstruir su vestuario, que es verdad, y por su liderazgo, que también. Sin embargo, muchos cometen el error de olvidarse de que Pepe,
antes que nada, es un gran portero. El buen rollo no es suficiente para convertirse en el cuarto jugador con más presencias en competiciones UEFA en la historia del fútbol. El paradón ante Tello volvió a demostrarlo, y fue decisivo para que la buena racha rossonera
siguiese. El domingo, a San Siro, llegará la Juventus,
herida tras la remontada del equipo de Mourinho. Ahí veremos de verdad cuánto vale este Milán.