Costa no ve puerta en Liga desde febrero: son ya 18 jornadas
En el Atlético, juegue bien o mal, hay una constante en los partidos de Liga: a sus delanteros les cuesta mucho ver puerta. Demasiado. Lo normal es que no lo hagan y, en ocasiones, es que ni rematan. Griezmann lleva tres goles y Diego Costa, ninguno. En su caso, son ya 18 jornadas ligueras sin marcar: no lo hace desde febrero. Juntos forman la segunda pareja menos goleadora de Primera, sólo mejor que la del Valencia, donde ninguno de sus puntas lleva más de un gol en Liga. El tercer ariete, Kalinic, tampoco se ha estrenado.
Ante el Athletic se repitieron los síntomas de otras tantas veces. Costa reaparecía tras su lesión muscular, fue titular y en los primeros 45 minutos no tuvo ningún remate. Vio una amarilla y Simeone decidió quitarlo. Griezmann sí hizo un disparo: lo repelió Yuri y no intimidó. Su fútbol estuvo lejos del área. El francés le marcó al Leganés, de falta; al Huesca, asistido por Costa; y al Rayo, en un córner. En Champions lleva los mismos tres goles, pero en cuatro partidos, no en 12.
Griezmann y Costa ya explotaron su afinidad el curso pasado en la segunda vuelta y el equipo necesita que se repita cuanto antes. Pero a día de hoy sus cifras contrastan, ya no con las de Messi y Suárez y sus 18 goles, sino con las del Sevilla (13 entre Silva y Ben Yedder) o el Celta (14 de Aspas y Maxi).
Sequía
■ Tomás Reñones evoluciona favorablemente de la hemorragia subaracnoidea sufrida el pasado sábado y que le obligó a ser hospitalizado en el Hospital Montepríncipe. El exfutbolista ingresó en la UVI para permanecer en observación, después de que se encontrara mal durante la tarde. A última hora de ayer, la situación era que Tomás presentaba una situación neurológica estable, evolucionaba favorablemente y, lo más importante, se encontraba fuera de peligro. No obstante, se le seguirán realizando pruebas y permanecerá bajo observación hasta que su estado mejore y se asiente.
El exfutbolista, de 58 años, regresó al club hace unas semanas. Desempeñaba la labor de ayudante del primer equipo rojiblanco haciendo de enlace entre el vestuario y el club y, además, ayudando al delegado Pedro Pablo. Desde esta campaña empezó en este cargo y se le veía con muchas ganas, pues suponía volver a su club de siempre, donde también ejercía ya como enlace con las peñas. Como jugador, el histórico lateral es el segundo con más partidos en la historia del Atlético (483) y fue capitán durante varias temporadas, hasta que salió del club tras el Doblete logrado en la 95-96.