“Quizá esté desesperado en abril y decida volver”

Fernando Alonso asistió ayer en Yas Marina a su última rueda de prensa oficial en Fórmula 1. “Estoy preparado. Quiero vivir y abrazar todo lo que va a llegar este fin de semana, todas las emociones”, dijo

De momento es un fin de semana normal. El domingo será distinto, tendré más emociones” Ahora que he corrido en otras categorías he visto que la F1 está un paso por encima” Me quedo con Valencia 2012. Si repitiéramos 100 veces la carrera, 99 no la ganaría”

Era la última rueda de prensa, al menos de momento, de Fernando Alonso en la Fórmula 1. Y como tal, fue el protagonista ayer en el circuito de Yas Marina. El asturiano habló del pasado, el futuro y bromeó con Lewis Hamilton, presente también en la sala de prensa.

—Llegó el momento, Fernando, última carrera…

—Es un fin de semana normal de momento. Creo que el domingo será distinto, seguramente tendré más emociones. He aterrizado hace diez horas de Japón. Corrí en Shanghái la semana pasada y probablemente todavía no esté pensando en esta carrera, de momento me encuentro bien. Tengo ganas de que pase este gran premio, son ya muchas carreras sabiendo que estaba llegando el momento.

—¿Con qué se queda de estos años en la Fórmula 1?

—Lo mejor de mis años en la F1 fue la temporada con Lewis (bromeó con el inglés que estaba sentado al lado). En realidad más que las temporadas o las victorias, lo mejor que me llevo de la F1 es la gente con la que he trabajado y compartido la mitad de mi vida: ingenieros con talento, diseñadores, mecánicos, alguna gente de los medios de comunicación... Hemos compartido muchísimos días a lo largo de todas las temporadas, eso es lo mejor y siempre lo recordaré.

—¿Qué deja Fernando Alonso a la Fórmula 1? ¿Cuál ha sido su principal característica durante estos años?

—Es difícil de decir en primera persona, pero quizá la forma de afrontar las carreras, la filosofía, la preparación, la disciplina. Ahora que he corrido en otras categorías te das cuenta de que la F1 está un paso por encima, es una de mis mejores experiencias. —Ha dejado la puerta abierta para volver… —Sí, pero en realidad no lo sé. No sé qué traerá el futuro. Ahora me concentro en la Triple Corona, en retos personales, en otras carreras. No sé cuál es el plan. La vida es larga y bonita, me gusta la Fórmula 1, siempre la adoraré, no sé si volveré como piloto, como jefe de la FIA… Quizás en abril o mayo esté desesperado en el sofá viendo Netflix y decida volver, pero no es algo que entre en los planes de ahora. Tendré que ver cómo me siento el año que viene.

—¿Qué echará más de menos?

—Pilotar los coches. Son realmente especiales, seas decimocuarto, quinto o luches por la victoria. Luchar por el podio es especial, pero conducir también lo es. No existe tecnología igual en otras categorías del deporte del motor, aunque sea parecido. También hay cosas negativas, sobre todo si llevas 18 años, es una forma de vida muy dura, con mucha exigencia. No tienes amigos, no tienes familia, no tienes hijos, no tienes tiempo…

—Pero ha habido momentos muy bonitos, sus dos títulos… ¿Cuál ha sido su mejor carrera en el Mundial?

—Si tengo que elegir una, me quedo con Valencia 2012. Es una carrera que si repitiéramos 100 veces, 99 no la ganaría. Todo fue bien, el coche no era rápido. Creo que doblé a Felipe Massa a falta de diez vueltas, ganamos y no estábamos en una posición dominante, pero logré esa gran victoria.

—¿Qué consejo le daría a los jóvenes que empiezan ahora?

—No serían muy útiles, porque mi primer gran premio fue muy distinto. Yo empecé en Minardi, no podíamos probar los coches antes de Australia, el equipo estaba en bancarrota, casi choco con otros coches porque no encontraba el botón neutro, Paul Stoddart estaba de los nervios. No fue el debut

perfecto. Ahora tendrán muchas ganas y están muy bien preparados con más test, llegan mucho mejor.

—Estos años ha tenido grandes rivales, ¿con cuál de todos se queda?

—Es difícil escoger uno. Si lo hiciera sería Schumacher, no por una razón en particular, sino porque cuando yo llegué él dominaba, ganaba siempre. Yo venía de los karts y me vi peleando con él. Creo que he tenido la suerte de competir en una de las generaciones con más talento. Todos los pilotos pasan mucho tiempo en el simulador y su nivel era impensable hace una o dos décadas. Ha sido un gran viaje. Y si tuviera que escoger uno, sería Michael, por motivos personales y no solo por cuestiones técnicas.

—¿Qué legado deja en la F1?

—Es difícil de decir. Hemos abierto un kart para niños, con temas de seguridad vial, el museo en Asturias, las escuelas en China... Aquí hay infraestructuras y mejoras en los circuitos que cuando yo vine no estaban. Pero ya digo que lo mejor es haber dejado algo de mí en la gente que he conocido.

—¿Con qué objetivo afronta su última carrera?

—Hay quien está pensando ya después en la fiesta, pero yo tengo que estar en Bahrain el lunes, así que la fiesta no será muy larga. Estamos luchando con Force India en el campeonato de constructores y sería bueno terminar por delante de ellos. Quiero disfrutar la carrera, sentirme a gusto y hacerlo bien. Y puntuar si es posible, pero si no logro puntos, intentaré no entristecerme. Creo que estoy preparado. Quiero vivir y abrazar todo lo que va a llegar este fin de semana, todas las emociones.

—Fernando, siempre se ha sentido orgulloso de llevar España y Asturias por el mundo…

—Sí, estoy muy orgulloso de lo que he conseguido para España y Asturias. Te das cuenta con el tiempo de cuánta gente viaja a Oviedo para visitar el museo. Estoy orgulloso de tener la pista de kárting. Hay mucha gente que ha empezado a seguir el automovilismo en el país. Nunca ha sido una tradición. Empezó en 2003 a retransmitirse, era impensable que fuera tan popular y creo que es el segundo o tercer deporte en estos momentos. Y además recibí el premio Príncipe de Asturias, que me parece un mayor logro que mis títulos por la capacidad de cambiar la vida de la gente y de engancharles a un deporte.

—Gracias, Fernando.

—A vosotros.