A Suárez se le enciende el testigo de la gasolina
Valverde no le da descanso completo desde el 10 de enero
Como cada noche que sale al campo, Luis Suárez se dejó el alma contra el Madrid. Sin objeciones. Se fajó con Ramos y Varane y se acercó varias veces al gol. Pero no fue el Suárez exuberante del hat-trick. El cansancio le delata, y con la Champions tan cerca y la experiencia traumática de Roma, el testigo de la gasolina se le ha empezado a encender. Si Suárez comprueba sus números, se sorprenderá. O no. Ha jugado los 90 minutos en los últimos siete partidos de LaLiga y los dos de la Copa, muy exigentes, ante Sevilla y Real Madrid.
Lo más llamativo es que Suárez hizo propósito de enmienda a principio de temporada, cuando lamentó haberse equivocado con tantos minutos el año pasado y forzando para jugar contra el Leganés a tres días del desastre del Olímpico. Pero aquellas palabras se las llevó el viento. No tiene un descanso completo desde el 10 de enero. Fue entonces cuando Valverde le dejó sin viajar a Valencia. Claro que el Barça perdió. Luego le dejó en el banquillo ante el Sevilla..., y el Barça volvió a perder. Es un jugador imprescindible. Lo ve cualquiera y, por supuesto, también Valverde. Pero asumiendo inevitables riesgos...
Bien dosificado a principio de temporada, cuando paró hasta dos veces para aplicarse el tratamiento de células madre para su rodilla derecha, enero ha sido duro para Suárez. No ha marcado en los últimos dos partidos. Es el momento, sin duda, de Boateng. Si Valverde calificó de “necesaria” la titularidad de Kevin Prince en Sevilla, su presencia en San Mamés podría darse por hecha. Eso, si es que el uruguayo no decide hacer un último esfuerzo antes de la primera semana blanca en mucho tiempo para el Barça.
Desgaste Ha jugado los 90’ de los últimos 7 partidos de Liga y dos de Copa