El Athletic frena en seco la remontada del Huesca
Los leones rentabilizan un error defensivo del colista
EI milagro no fue que el Huesca pusiera otro peldaño hacia una salvación que parecía imposible. El suceso extraordinario llegó con el triunfo de un Athletic de nuevo de vuelo muy raso, aupado por un penalti tras un cante defensivo local. Lo numérico es: los leones cada vez están más lejos del drama y a los altoaragoneses les han cortado las alas.
El Huesca se tomó el partido como una percha para agarrarse a un sueño. Y salió con esa ilusión del debutante en Primera que de repente se ve con una vida extra. En 20 minutos hizo todos los méritos posibles para el adelantarse en el marcador, pero fue incapaz de concretar su supremacía. Como no lo consiguió, empezó a generar una pelota de ansiedad de imposible digestión. El Athletic era mero espectador. Estaba descolocado, llegaba tarde a lo que se terciaba, perdía mil pelotas en la salida del juego y en campo ofensivo estaba sin movilidad.
Desde que Francisco dispuso a cinco defensas, el colista estaba más armado atrás, pero el 0-1 certificó su porosidad. Una falta bien sacada se la comió Pulido y en el segundo palo preparó el lío Iñigo Martínez. Le trabó Diéguez en claro penalti. Lanzó la pena máxima Raúl García magistralmente. El tanto tuvo un efecto inicial sedante para un Athletic sometido al escrutinio del personal tras su mal día en el derbi de Anoeta. Y no sólo desarticuló el ímpetu del Huesca, es que, producto de la impotencia, se puso agresivo y vio tres tarjetas en cuatro minutos.
Lo mejor lo dejó el equipo de Francisco para el arreón final. Antes, a la hora de partido, un balón profundo de Raúl García habilitó a Williams perfectamente pero en la definición volvió a estar poco fiable (ya antes había fallado otra ocasión clara).
Yuri tuvo otra de esas noches locas en las que se bloquea. Se complicó la vida un par de veces, cuando se encendía la última esperanza local y Gallego estuvo en un tris de empatar. Los cambios, como otras tardes, no aportaron nada entre los leones y sí justificaron el sueldo en los azulgranas. Ferreiro, abandonado por su centinela Capa, falló una ocasión clarísima. En el tramo final, el Athletic requirió de su portero Herrerín para no recibir un tanto que por justicia mereció.
Raúl García Anotó el penalti de la victoria cometido sobre Iñigo Martínez