Estoy contento por haber podido debutar con el Zaragoza y encima en La Romareda”

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¿Cómo se encontró en su debut con el Real Zaragoza?

—Estoy contento por haber podido debutar con el Zaragoza y encima en La Romareda. El único pero fue que perdimos dos puntos ante un gran equipo. La verdad es que me fui satisfecho porque pensaba que a lo mejor podía tener más problemas para acabar el partido después de tanto tiempo de inactividad, pero respondió bien el cuerpo y me fui bastante contento.

—Además era un partido exigente para un central por los delanteros que tenían enfrente, ¿verdad?

—Son jugadores que meten la cabeza en cualquier agujero, como demostraron el otro día. Es un equipo que tiene la idea muy clara de buscar balones directamente al área y había que estar muy pendientes en los duelos aéreos, pero en esta categoría hay pocos rivales y pocos partidos que sean sencillos.

—¿Qué se le pasó por la cabeza con el pitido inicial?

—Es más las horas previas porque una vez que empieza el partido no te paras a pensar en lo que supone. Una vez acabado el partido, cuando ya estás en casa tranquilamente, te sientes satisfecho, sobre todo porque me demostré a mí mismo que puedo competir y seguir ayudando. Al día siguiente, cuando vi las fotos y los mensajes de la gente, me di cuenta de lo que había pasado el día anterior.

—¿Cómo vivió el ambiente de La Romareda?

—Mi mujer estaba en el túnel de vestuarios de acceso al campo porque llevaba a los chicos a hacerse las fotos y yo iba tan metido en lo que me iba a encontrar que ni me di cuenta. Al final sales y está pendiente del partido, pero sí que notas el empuje y que se vivió un ambiente de un estadio de Primera. —¿Cuánto tiempo cree que le queda para coger un ritmo de juego adecuado?

—Espero seguir teniendo la confianza del míster y poder participar en la competición, que es lo que te puede dar ese plus porque yo tengo el depósito lleno, pero el motor parado. Al final, cuando tienes cierta edad, lo que te da esa pequeña chispita es competir. La temporada pasada jugué bastantes partidos y eso el cuerpo lo agradece y este año, al no haber tenido esa posibilidad, cuesta un poquito más. Espero que poco a poco me vaya encontrando mejor.

—¿El partido del otro día contra el Albacete refuerza la idea y el ánimo del equipo?

—Era un rival de entidad. Cuando un equipo está arriba es porque está haciendo las cosas muy bien. Nosotros también ratificamos que estamos en una buena dinámica. Dimos la cara durante todo momento y la lástima fue no haberse quedado los tres puntos en La Romareda, pero yo creo que jugando así vamos a sumar muchos puntos.

—El estilo de Víctor les exige a los centrales a la hora de defender, pero también a la hora de jugar el balón, ¿verdad?

—Está claro que la propuesta que quiere el míster a los centrales que nos gusta tener el balón nos beneficia. Y cuanto más tiempo tienes tú el balón, menos daño te va a hacer el rival.

—Viendo cómo juega el equipo, ¿da más pena o rabia que el playoff esté a once puntos?

—Ahora ya no podemos remediar lo que ha pasado de aquí hacia atrás. Si el equipo sigue jugando como lo está haciendo en estas últimas semanas, va a sumar muchos puntos y ya veremos al final de la temporada dónde estamos. No podemos perder energías en pensar dónde estaremos. Hay que centrarse en el próximo partido, que va a ser ante un rival difícil y en un campo complicado.

—En su contrato se incluyó una cláusula de renovación automática si disputa un mínimo de partidos. ¿Hace cuentas?

—No, ahora mismo no miro tan a largo plazo. No sabemos lo que va a pasar mañana, como para fijarte tan adelante. Ya juegue diez partidos, doce o sólo el anterior, voy a intentar dar el máximo cada día.