El tren de la permanencia pasa por el José Zorrilla
Alcaraz vuelve en los locales y Granell en los visitantes
Expresiones como dramático o no apto para cardíacos son perfectamente aplicables para noches de fútbol como la de hoy. En el José Zorrilla se decidirá si el Real Valladolid acompaña, presuntamente, a los otros dos equipos que ascendieron con él de vuelta a Segunda o, si por el contrario, el Girona se mete en un lío para el que no estaba preparado. Los pucelanos son el segundo peor local, sólo superados por los gerundenses, y necesitan sumar de tres en tres para salir de la quema. Ganar no sería definitivo para ellos, pero no hacerlo complicaría, sobremanera, el objetivo de la salvación. Tampoco será una broma el partido para los visitantes. Tras cinco derrotas consecutivas los catalanes se ven en una lucha de la que creían estar exentos. Sumar les daría aire, perder les mete de lleno en la pelea.
Para este partido, Sergio González, catalán, tiene siete bajas, pero recupera a Rubén Alcaraz, tras sanción. El barcelonés vuelve ante su exequipo como pulmón de los pucelanos. A su lado estará Míchel pese al buen partido de Joaquín en Vitoria. Moyano, recuperado, ocupará el lateral derecho, mientras que Toni podría volver al once tras varios meses, aunque la decisión de mayor calado puede ser la vuelta de Masip a la portería, dos partidos después, tras los errores de Yoel en Mendizorroza.
Eusebio, vallisoletano, necesita remontar la crisis, tanto mental como futbolística, en la que se ha visto inmerso el Girona, metido en una lucha que creía superada. Los rojiblancos regresarán a la defensa de tres centrales, con la que más cómodo se siente el equipo. Con la vuelta de Granell al once y la dupla Stuani-Portu arriba espera el Girona tener argumentos para volver a ganar.