La sénior nunca ha ganado una cita oficial, la júnior promete
Enrique García de Castro Aróstegui (Barcelona, 70 años) acompañó a su hijo a que probase en un equipo de fútbol americano de Mataró y, una vez que le seleccionaron, le acompañaba a los entrenamientos. Se percató de que había cosas que se podían mejorar en la organización, y así se involucró en un deporte del que preside la Federación Española desde hace 26 años. Reconoce que su hijo dejó de practicarlo, pero este asesor fiscal aficionado a las filosofías orientales se mantiene al pie del cañón. su parte, recuerda que en España “se llegaron a jugar dos American Bowl” (algo así como un choque de exhibición en pretemporada), ambos en Barcelona: un 49ers-Steelers en 1993 y un Raiders-Broncos en 1994. Una fórmula para expandir ese mercado de un deporte centenario creado en EE UU como una derivación del rugby inglés y del que Carrasco cuenta como anécdota de dónde viene su nombre: “Sencillo, football porque el balón mide un pie”.
País.
Volviendo a España, ¿qué lugar ocupa a nivel internacional? Hay un dato demoledor: “España no ha ganado ningún partido oficial, estaremos en el 15º lugar europeo, en el segundo escalón. Las referencias son los países nórdicos, Austria, Alemania...”. De hecho, los germanos pueden andar por unas 50.000 licencias por las 6.500 de España, de las que un 10% serían femeninas.
Porque también hay fútbol americano femenino, como recientemente se comprobó cuando la Selección femenina se quejó de no poder disputar el Europeo. El presidente explica el motivo: “Costaba alrededor de 90.000 euros, y nuestra subvención pública es de 108.000 sobre un presupuesto de unos 450.000 euros. Cuando explicamos el caso en el CSD entendieron perfectamente nuestras razones”. Y se defiende: “Somos de los países que más estamos apostando por las chicas y las competiciones femeninas”, a la vez que habla de la modalidad Flag, que consiste en un juego sin contacto. Los placajes los marca un cinturón con pañuelos y el defensor debe arrebatárselos para frenarle.
Pero entonces, ¿en qué gastan ese dinero? “Tenemos una política muy clara para intentar crecer y es apostar por la base, con eventos como el clasificatorio para estar entre los ocho mejores del Europeo que va a tener la Selección júnior. Es una gran generación”, asegura García De Castro de un grupo con mucho mejores resultados que el equipo sénior. Y reflexiona: “Para que el crecimiento sea completo, hay que combinar que la Selección logre resultados a través de una buena formación y que la Liga sea cada vez más atractiva”. José Miguel Serrano, responsable de Comunicación y Marketing, interviene de forma tajante: “Sin una liga potente no creceremos, sólo así los aficionados que se enganchen a la NFL podrán también acercarse a nuestra competición”. Objetivo para el que queda seguir trabajando... y así demostrar que hay más football que el que llega de EE UU.
UN ASESOR FISCAL QUE ACOMPAÑABA A SU HIJO A ENTRENAR
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