Osasuna vuelve a Primera
Toda Pamplona se echó a la calle para celebrar el octavo ascenso
No pudo ser en Cádiz porque Osasuna, pese a ser superior en la segunda mitad, no pasó del empate a cero. Llevaban ya dos semanas mascando el ansiado ascenso y se avecinaba otro día de nervios para toda Navarra. No quedaba más remedio que esperar a ¡un lunes a las once de la noche! para conocer si el sueño de Primera se materializaba por fin. Si el Albacete empataba o perdía ante el Granada, estaba hecho.
A los aficionados rojillos les costó centrarse en su trabajo a lo largo del día. Directiva, técnicos y jugadores se reunían para ver en una de las salas de la zona noble de El Sadar
el partido entre el segundo y tercer clasificados. “Ha habido una pérdida de papeles brutal”, sonreía el director deportivo Braulio sobre las celebraciones en ese recinto. Pamplona fue del Granada durante los noventa minutos del choque. Muchos querían dejarlo para el sábado, ante Las Palmas, en casa, con el bullicio del Día del Casco Viejo en Pamplona. Pero lo decían con la boca pequeña. Osasuna vuelve a casa. Regresa a Primera 754 días después, tras dos años en el pozo (desde el 26 de abril de 2017). Todo gracias al sello de equipo sólido y atrevido propuesto por el técnico Jagoba Arrasate. Ha alcanzado los 78 puntos en la trigésima novena jornada y dos hitos: 15 victorias consecutivas en casa y superar el tope de 68 puntos que acumuló en Primera en la campaña 200506, en la que fue cuarto y disputó la previa de la Champions.
Es el octavo ascenso a Primera en 99 años de historia de la entidad y ésta se marca el reto de igualar sus mejores rachas en la élite (14 años consecutivos, de 1980 a 1994, y de 2000 a 2014, año en el que descendió con Javi Gracia como entrenador). Ahora mira al centenario, en otoño de 2020. Tras mucha pirotecnia, el equipo se fue hacia el quiosco de la Plaza del Castillo en un autobús, donde le esperaba una multitud al cántico que se ha hecho himno este año: “Somos un equipo valiente y luchador que defiende sus colores con el corazón...”.
En El Sadar Directiva, técnicos y jugadores estallaron de júbilo tras la derrota del Albacete
Plaza del Castillo Una multitud esperó al autobús del equipo a medianoche