El Olympiacos desciende a la Segunda griega
Cumplió su amenaza y no se presentó a su duelo ante el Panathinaikos
La crisis en el baloncesto griego continúa. El Olympiacos cumplió su amenaza (no jugaría ante el Panathinaikos salvo que hubiera árbitros extranjeros) y no se presentó en el OAKA. El equipo griego no ha comparecido ya a tres encuentros lo que implica el descenso automático.
El Olympiacos ha descendido a la Segunda griega. El equipo griego, que debía medirse ayer al Panathinaikos en el playoff de cuartos de la Liga griega, cumplió su amenaza y no se presentó al partido. El equipo informó por la mañana a la Policía de que no necesitaba un despliegue especial para llegar al OAKA, ya que no iba a acudir.
El Panathinaikos aprovechó el desplante de su rival para disputar un cinco contra cinco con algunos aficionados en las gradas. Al grito de “Adiós, adiós, a Segunda División” y “El adiós de Spanoulis será en Segunda”, los seguidores se regodearon del descenso de su eterno rival. Incluso alguien colocó pollos crudos en el banquillo visitante.
“Nos gustaría que 20.000 personas disfrutaran de un buen partido, pero no es así. El baloncesto no se puede permitir acabar como el fútbol: hay leyes, normas y cuando alguien las incumple, eso debe tener consecuencias”, dijo Dimitris Giannakopoulos, propietario del club ateniense. “En cinco meses aquí he visto cosas inimaginables”, añadía Rick Pitino, técnico del equipo.
El lío griego comenzó en febrero en la Copa. El Olympiacos, como protesta por la labor arbitral, se retiró tras el descanso en su semifinal ante el Panathinaikos. Después anunció que no jugaría ningún partido que estuviera arbitrado por uno de los tres colegiados de ese duelo y que tampoco se mediría más al Panathinaikos sin colegiados extranjeros.
El Olympiacos ha cumplido su amenaza. En la fase regular no se presentó a su duelo en el
OAKA ante el Panathinaikos (se lo dieron perdido por 20-0).En la última jornada, el sorteo de árbitros determinó que uno de los tres colegiados de la Copa estuviera en su partido. El equipo de El Pireo tenía decidido no jugarlo, pero finalmente sí se presentó, después de que el árbitro, que pidió protección policial (lanzaron un cóctel molotov contra su casa), anunciara que era baja para el mismo.
Al final, el que no acudió como protesta a su partido fue el Panathinaikos, montando un
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