Borja: “Yo esperaba que estuviese todo solucionado ya”
En el Valencia se debería estar hablando de la notable pretemporada que está cuajando el equipo, de que Marcelino afina sus armas de cara al principio de temporada y de que con un par de retoques más, el bloque blanquinegro parecía dispuesto a luchar de nuevo por los objetivos.
Sin embargo, todo lo anterior está en segundo o tercer plano debido a la crisis institucional que amenaza con arrasar la estabilidad del club blanquinegro. Ayer, mientras el equipo volaba a Brighton para medirse al Brighton, equipo Premier, Mateu Alemany, alma máter del proyecto, y Anil Murthy, presidente, viajaban a Singapur para entrevistarse con el dueño del club, Peter Lim. Este cónclave, que se producirá hoy, a primerísima hora en España, es el más importante
que ha tenido el club en las últimas dos temporadas. De ahí volverá Alemany con el finiquito bajo del brazo, dejando el club como un solar a 17 días de comenzar LaLiga, o bien la crisis quedará enterrada (o mitigada) por el bien de esta entidad centenaria.
Mientras, el club está parado. Con Alemany y Longoria en el limbo, Jorge López y Domingo Catoira despachan temas menores. Los agentes no saben con quién hablar, los jugadores que deben salir, tampoco. Un caos institucional.
La cara y la pose de Marcelino en el entrenamiento de ayer era la viva imagen de lo que está sucediendo en el Valencia. La mente estaba entre Brighton y Singapur, para qué negarlo. Porque si Alemany queda hoy cesado de sus funciones, el siguiente en tener que dar un paso (adelante o detrás) será el técnico asturiano. ■ Borja Fernández está viviendo un verano extraño. No sólo por ser el primero en el que no está de pretemporada, sino por no sentirse aún libre de sospecha por el ‘Caso Oikos’. En declaraciones a SER Valladolid, el orensano señalaba que “la opinión pública sí se ha calmado, pero yo esperaba que todo se hubiese aclarado, solucionado. Soy la única persona que sé a ciencia cierta que no hay nada. Sigo pagando el pato. Lo último que sé es que habían adelantado unas declaraciones en las que no estaba citado ni yo, ni nadie del equipo”.
El exfutbolista se mostró molesto con “el sensacionalismo de algunos medios” y afirmó que “ahora es cuando más enfadado estoy porque vas viendo y te vas enterando que les da igual mi persona, que me detuvieron con la esperanza de ver si sabía algo y sino, pues mala suerte. Me indigna porque yo tenía que estar ahora con mi nueva vida, con mi nuevo contrato, mis nuevas funciones en el club”.