Los Ángeles 1984 y su historia con los Beirán
Jose Manuel Beirán ganó la plata en esos Juegos
Javier Beirán, nacido en mayo de 1987 en Madrid, todavía no estaba ni encargado mientras España saltaba sobre los sofás de madrugada mientras los Corbalán, Martín y Epi pulverizaban a Yugoslavia y se levantaba en la madrugada del 10 al 11 de agosto de 1984 para ver colgarse la medalla de plata a un grupo de héroes que, a las órdenes de Antonio Díaz Miguel, conseguían la mayor gesta para el baloncesto nacional hasta que 22 años después otro grupo de héroes levantaban la Copa del Mundo en Saitama. Y allí, casi in extremis por una lesión de Villacampa, estaba José Manuel Beirán, el padre de Javier.
Aquella gesta de 1984 fue en Los Ángeles, donde ayer por la noche aterrizó la Selección. Tierra prometida con un protagonista especial. “Creo que no he visto ningún partido de aquellos Juegos con mi padre. Sí que me ha hablado
muchas veces de los Juegos Olímpicos, lo que supone conseguir una medalla y cómo compartían experiencias con otros deportistas españoles”. En parte, aquel éxito debió vertebrar la vida de Javi Beirán y quién sabe si llevarle a ser jugador de baloncesto. Sin ir más lejos, y después de debutar con la Selección ante Bielorrusia en Minsk, para el partido contra Turquía estrenó unas zapatillas conmemorativas de aquellos Juegos con la fecha de la final, el 10 de agosto de 1984.
Beirán hace memoria de los recuerdos de Los Ángeles que durante años vio en su casa: “Creo que tiene un balón firmado por todo el equipo. También teníamos mascotas de los Juegos de Los Ángeles que no sé dónde estarán pero que las usaba para dormir. También una Coca-Cola de los Juegos de coleccionista y una foto con Fernando Martín en la que están sentados en el vestuario”.
España se concentrará en Marina del Rey, a 20 minutos del Fórum de Inglewood, que además de ser sede de aquellos Juegos fue la casa de los Lakers del Showtime de Magic. Ahora lo próximo que hace es organizar un concierto de Maluma en septiembre... Los tiempos cambian. Como para Beirán. Decepcionado en 2016, cuando no fue ni preseleccionado para los Juegos de Río 2016, superó también una grave lesión de rodilla. Ahora no tiene un sitio garantizado en la Selección pero está a un paso de ir al Mundial y este paso por Los Ángeles tiene algo mágico e inspirador para él y espera aprovecharlo.
Recuerdos “Teníamos mascotas de esos Juegos; las usaba para dormir”