“La Cubilla no sólo se disfruta en la cima, toda la subida es una gozada”
asciende a 15 y, con tantos kilómetros por delante, le puede caer una minutada”, cuenta Rolando, que sube en bici mientras Emilio va aportando datos desde el coche: “Es el puerto perfecto para una carrera como la Vuelta, porque lo tiene todo. Se necesita resistencia por su longitud, potencia porque se puede imprimir mucho ritmo y explosividad para intentar dejar a los rivales”.
Sin embargo, lo más llamativo de la ascensión se reserva para sus últimos cinco kilómetros, cuando los bosques de hayas y robles van desapareciendo y el decorado pasa a ser el de inmensas laderas, con vacas culonas y potros pastando en el mismo margen de la carretera, mientras las aves carroñeras sobrevuelan los picos cercanos en busca de alimento. La fotografía quita el aliento y uno se da cuenta de que se encuentra ante uno de los puertos ciclables más bellos de la geografía española. Ese tramo final cuenta con continuas curvas de herradura fácilmente divisables desde la cima, por lo que el aficionado que el 9 de septiembre se acerque hasta la cumbre podrá seguir los últimos kilómetros en directo, siempre que el mar de nubes (como se le llama a la espesa niebla) se lo permita.
Turismo.
“¿Se entiende ahora por qué tiene tanta fama este puerto?”, pregunta Rolando mientras da sus últimas pedaladas en lo más alto. “La Cubilla no sólo se disfruta cuando se corona, sino que toda la ascensión es una auténtica gozada”.
Los dos representantes del Club Puerta de Asturias, que dispone de unos 450 socios en una localidad de 9.000 habitantes como Pola de Lena, aseguran que este puerto ha logrado su prestigio entre los aficionados por el boca a boca, aunque el anuncio de la Vuelta también se ha notado en la afluencia de cicloturistas de otras partes de España y el extranjero. Es un turismo que interesa a la zona, de ahí que ellos se vuelquen con la iniciativa Lena, destino ciclista, que recuerda la cantidad de puertos atractivos para este tipo de visitantes que se pueden ascender en el concejo y sus inmediaciones. Muchos con una historia contrastada en el gran escaparate que supone el ciclismo profesional, caso de Pajares, Cuitu Negru, La Cobertoria, el Cordal... y ahora La Cubilla, mientras en su tarea de popularizar esta actividad y seducir a las grandes competiciones como la Vuelta, ya tienen otra joya reservada para futuras ediciones: el Gamoniteiru (15 km al 9,6%). Aunque esa ya será otra historia...
La que ahora les preocupa es que la Vuelta sirva para mostrar la belleza de La Cubilla y que los corredores den un bonito espectáculo, porque están convencidos de que la subida se puede convertir en un referente de la carrera en su paso por Asturias. Una ascensión con la longitud de los asfixiantes puertos del Tour, pero con una identidad y características propias, con la belleza singular del paraje asturiano. Emilio lo resume con cierta ironía y una sonrisa en la boca: “¿Una subida tipo Tour? A lo que aspiramos es a que cuando veamos los grandes puertos franceses por la tele, en España se diga que esas ascensiones son tipo La Cubilla”.