AS (Aragon)

La memoria selectiva de Marcelo

- ANTONIO ROMERO ■

—Llevo mucho tiempo sin cortarme el pelo, pero cuando toca, lo hago yo mismo. Solo me corto las puntas para que se quede largo, pero uniforme. Me siento bien así.

—¿Qué tendría que pasar para verle rapado?

—Si fuese por una buena causa, para ayudar a alguien, lo haría con gusto.

—Usted tiene tatuado un Volkswagen Escarabajo en el brazo. ¿Por qué?

—Mi abuelo siempre creyó en mí y me llevaba a todos los sitios. Hizo lo posible y lo imposible para verme jugar como profesiona­l. Y el tatuaje es el coche en el que siempre me llevaba a entrenar.

—En Houston, en el amistoso contra el Bayern, usted fue regateado por Fiete Arp. Después chocó las manos con él. ¿Por qué?

—Él es un buen jugador y tiene una gran carrera por delante. La escena que aconteció en Houston fue divertida, porque hubo un poco de suerte. Él hizo un regate y yo estaba de verdad para hacerme con la pelota. Pero el campo estaba tan mal que el balón se frenó. Por eso se me fue. Me gustan los jugadores intrépidos y atrevidos como él.

—El Bayern quería a Sané hasta que se lesionó. Usted le sigue en Instagram. ¿Qué piensa de él?

—Como jugador es increíble, pero me gusta sobre todo su estilo de vida. Me gusta ver su ropa, su juego, su clase...

El lateral brasileño ha tirado de galones en la caseta para levantar la moral de la tropa y enviar un mensaje de confianza a sus compañeros y a los aficionado­s: los que están son los que tienen que alcanzar la gloria. Hasta ahí todo perfecto porque una de las obligacion­es de un tipo que se ha ganado a pulso todo lo que ha conseguido desde el día que aterrizó en el Madrid con el encargo de hacer olvidar a Roberto Carlos, es ser un líder para sus compañeros. A lo que tiene poco derecho Marcelo es a quejarse de las críticas que recibió la pasada temporada por la forma en la que dimitió de ayudar al equipo cuando más complicada estaba la situación. Se abandonó y la Prensa reflejó una realidad que el jugador se empeñaba en intentar negar. Este año ha empezado fino y con muchas ganas y es lo que los periodista­s contamos. Así es el Madrid: máximo nivel de exigencia en la crítica y máxima exageració­n en el halago.

Esa parte se le olvida citarla al jugador. Su aspecto físico y su implicació­n son la mejor noticia para su técnico, Zidane, en este arranque de campaña porque, en forma, es el mejor lateral izquierdo de la actualidad. El madridismo espera que la dure la motivación y las ganas de posar en bañador enseñando tableta porque eso significar­á que está trabajando duro para recuperar la forma perdida.

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