LOS JUEGOS ESTÁN MÁS CERCA
EI embrujo de Shanghái debe llevar a España a la semifinal de este Mundial de China que ya se ha instalado en los hogares después de la cátedra a Serbia y que ha dejado un hoja de ruta aparentemente factible. Polonia, sin embargo, tiene un filo peligroso. Número 25 en el ránking
FIBA, selección sin nombre y desconocida para el gran público, el partido corre el riesgo de verse por el entorno como una pantalla ya pasada antes de la lucha por las medallas. El mensaje sería equívoco. A estas alturas, los centroeuropeos son un caramelo envenenado. No por el exceso de confianza que puede tener la Selección, sino por el de responsabilidad que va a tener que soportar.
Después de afrontar el partido contra Italia con muchísimas reservas y el de Serbia con piel de cordero, ahora España ya no engaña a nadie y no se puede quitar el cartel de favorito. Es una buena
oportunidad para huir del estrés y jugar con la determinación y el gen ganador que demostró el domingo en Wuhan.
Para algunos jugadores, llegar a la semifinal de Pekín tendría algo casi místico. Rudy, Ricky y Marc ya formaban parte de la Selección que se colgó la plata en los Juegos de 2008. Sería un regreso a la tierra prometida y acercarse más a Tokio 2020, pero antes Polonia, que amaga con dar el golpe hace años, pero que no remata. Subcampeona mundial Sub-17 en 2010 con una gran generación de la que sobrevive Ponitka (su estrella) ha sido un rival recurrente para España en los últimos años. En el Eurobasket 2015 apuraron hasta el descanso a la Selección. Pau, que jugó medio lesionado aquel día, tuvo que salir al rescate. Kulig y los ACB Waczynski (Unicaja) y Balcerowski (Granca) son otros de sus nombres destacados y tiene a un naturalizado que le ayuda: AJ Slaughter, fichado por el Betis. Aunque la fuerza de Polonia, pueblo esforzado en la historia, es su grupo. La Selección logrará uno de los dos billetes para los Juegos destinados a Europa en este Mundial si se clasifica para semifinales y también lo hacen Australia (ante la República Checa en cuartos) y Estados Unidos (Francia) o Argentina (Serbia). Si pasan otros dos europeos, deberá esperar.
España también ha descubierto dónde está su fuerza. En realidad, ellos lo sospechaban desde que empezaron a trabajar este verano y han confirmado sus convicciones en la fase de Wuhan. Con una media de 63,8 puntos encajados, la defensa es el tesoro de este grupo. Los traslados no están siendo fáciles. España saltó de Wuhan a Shangái y se instaló en el Portman Ritz Carlton por la tarde. No ha habido tiempo ni de tomar contacto con el Oriental Sports, pero en la FEB están convencidos de que el equipo se ha metido en la onda buena y de que, como en otros campeonatos, ha roto a jugar en el momento adecuado. Ricky, Rudy, Llull y Claver están en un gran estado de forma; Ribas va a más; Juancho se ha enchufado y a Marc todavía le falta el gran partido. Nadie puede olvidar que el domingo España consiguió quitarse de un plumazo a Serbia, Argentina y Estados Unidos rumbo a la final. Pero todos en China saben que la Selección está fuerte, ya no engaña a nadie. Hoy debe superar la presión para alcanzar la madera prometida del Wukesong. Se siente preparada.
Rival Ponitka es su estrella y tres de sus jugadores están en la ACB