El Barça vence al Joventut en la Liga Catalana
Sólo había diligencias y perros”, le dijo Jordi Villacampa al periodista Juan Antonio Casanova para recordar uno de los episodios más nefastos del baloncesto español. En el Mundial de 1990, que regresaba Argentina, la Selección confirmó su caída libre en el panorama internacional. Tras la plata olímpica de 1984 conquistada en Los Ángeles, llegaron las decepciones del Mundobasket de España dos años después y de los Eurobaskets de 1987 y 1989. Lo del país sudamericano fue la puntilla. Visto con el tiempo, sin embargo, la situación no resultó nada sencilla para el equipo nacional. La FIBA vio demasiadas
aselecciones débiles en el Mundial de 1986 y redujo el número de equipos de 24 a 16, lo que obligaba a quedar entre los dos primeros clasificados en el grupo de Villa Ballester, sede polémica de los partidos de España porque la organización la eligió en lugar de Bahía Blanca, la capital del baloncesto en Argentina.
Eso no fue posible. Después de ganar a Corea del Sur, España se estrelló ante la Grecia del gran Nikos Galis y no pudo sorprender a una Estados Unidos de saldo. Ser tercera de grupo obligó a la Selección a jugar una fase de consolación horrible en la ciudad de Salta con Egipto, Corea, China, Angola,
Venezuela... “Jugábamos a la gallinita ciega con canadienses e italianos”, decía Villacampa.
España estaba en depresión. Fernando Martín había fallecido en diciembre del año anterior. Además, Epi y el mismo Antonio Martín no habían podido jugar por lesión y la Selección era un equipo con apenas dos jugadores fiables, Villacampa y Jiménez, y cuatro bases de los cuales ninguno cogió el mando: Antúnez, Jofresa, Montero y Arcega. El Mundial, al menos, dejó dos buenas noticias. La primera es que Villacampa batió el récord anotador de un jugador de la Selección. Le metió 48 puntos a Venezuela con unos porcentajes de locos: 17 de 20 en tiros de dos, 2 de 3 en triples y 8 de 10 en tiros libres. La segunda fue que Vicente Sanchís se convirtió en el primer árbitro español en ser designado para dirigir una final. Pero Argentina 1990 siempre será para la Selección la del destierro de los perros de Salta.
Villacampa “Jugábamos a la gallinita ciega con canadienses e italianos”
■ El Barcelona venció por 85-87 al Joventut con una canasta final de Kuric (18 puntos) y se clasificó para la final de la Liga Catalana, que será mañana a las 12:00 ante el MoraBanc Andorra. Los de Pesic fueron a remolque, pero lograron dar la vuelta al marcador con el empuje final de Brandon Davies y los 16 tantos de Mirotic (Abrines sumó 9). En la Penya, destacó Prepelic (19), cedido por el Madrid. En la otra semifinal, el Andorra superó al Baxi Manresa por 67-64.