El camino desde la depresión al éxito de Alejandro Valverde
El arcoíris habla en un programa
Tan sólo un día después de que Alejandro Valverde volviese a asombrar al ciclismo mundial con su segunda posición en la Vuelta, acudió al edificio de Telefónica en la Gran Vía madrileña para recordar otro de sus grandes hitos, el Mundial de Innsbruck. Tras un año luciendo el maillot arcoíris que conquistó en Austria, el murciano estuvo presente en el estreno del documental Un Año de Arcoíris, de Movistar+, rodado con el objetivo de, no sólo presentar al campeón en la carretera, “sino también la persona en el día a día”, como aseguró Mónica Marchante, integrante del equipo de la realización.
La grabación recuerda su trayectoria, con especial atención desde que se recuperó de la grave lesión en el Tour 2017, cuando creyó que su vida deportiva estaba “acabada”, hasta su campaña de arcobaleno. En él se
comprueba cómo se prepara junto a sus amigos en Murcia, aunque también se sincera sobre sus peores momentos, como el de su sanción por la Operación Puerto, y su posterior estado depresivo. “Me quedo liberado después de contarlo. Ya lo superé, y si sirve a otros deportistas que se vean en la misma situación y no saben salir… Representa que no todo es tan bonito como parece, que también hay fases muy malas. Toda esa presión, ser el foco de todas las miradas, al final todo ese estrés acumulado sale”, explicó de un episodio del que ahora se conoce que necesitó ayuda profesional.
Un Valverde que se emocionó viendo el documental (“Lloré”), aún incompleto, porque como se afirmó en el acto, se cerrará con su imagen en el podio de Madrid, la última en competición con el arcoíris antes de defender la prenda. Y, todo, con otro objetivo en el horizonte: “Tokio, el colofón para mi carrera”.