Roberto Carlos
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Roberto Carlos, exjugador del Madrid (1996-2007), concedió una entrevista a Vitor Baia, exportero del Barcelona, para el Canal 11 de Portugal. En la misma desveló algunas anécdotas de su etapa con los Galácticos en el club blanco.
Concentraciones de aquel Madrid: “El ambiente en el vestuario, el ambiente en el hotel... Había ambiente de vestuario de verdad. Lo echo de menos pero siempre que hay partidos benéficos, voy e intento hacer las mismas cosas dentro del autobús. El ambiente del fútbol es maravilloso”.
Etapa con Del Bosque: “Era más un amigo. No necesitabas reglas. El jugador sabía lo que tenía que hacer. Nos entendía perfectamente. Los entrenamientos de lunes, y a veces también los martes, eran a las 17:00. No los ponía a las 11:00 porque casi nadie llegaba...”.
Con Camacho: “En la época de los Galácticos éramos siete... era un peligro en el vestuario. Siempre lo controlamos bien, teníamos buena relación, menos con Camacho, que aguantó diez días. Llegó al vestuario, saludó a todo el mundo, muy serio y con historia en el Real Madrid. Yo sólo observaba a ver qué iba a decir. Dijo: ‘Quiero a todo el mundo mañana a las 07:00 de la mañana’. Normalmente entrenábamos a las 10:30. Hablamos con él para intentar cambiar el horario, nosotros teníamos nuestras costumbres”.
Con Luxemburgo: “Pasó lo mismo. En el segundo partido de Liga teníamos la costumbre de llegar a la concentración, dejar las maletas en la habitación y antes de la cena tomar nuestra cerveza y nuestro vino. Encima de la mesa siempre había dos botellas de vino. Ronaldo y yo le dijimos: ‘Profesor, la gente aquí tiene sus costumbres, lo vas a ver, pero intenta no cambiarlas. No quites las botellas de vino de la mesa y la cerveza antes de la cena porque si no vamos a tener problemas. ¿Qué hizo? Quitó primero las cervezas y luego las botellas de vino. Duró tres meses. El mundo del fútbol es pequeño, las noticias van llegando a la directiva y ‘ciao’”.
El poder del vestuario: “Yo hoy pienso: ¿cómo es posible que hiciéramos tantas tonterías? Acababa cada partido y era todo avión privado. Nos encontrábamos en la terminal privada de Barajas. Era Beckham, que iba no sé dónde, Figo, Zidane que iba a tal lugar, Ronaldo, yo... y teníamos que entrenar pasado mañana. Yo rezaba para que los partidos fuesen los sábados para poder viajar a las carreras de Fórmula Uno los domingos. Eran vuelos privados para todos los lados. Una auténtica locura”. Su nombre: “Mi padre era fan del cantante”.
Camacho “Nos dijo: ‘Quiero a todos a las 07:00’. Aguantó diez días...”
Galácticos ”Nos veíamos en Barajas: cada uno cogía un vuelo diferente”
Ronaldo Nazario: “Le conocí en el año 1993. Desde entonces me concentré siempre con Ronaldo en la misma habitación. De hecho, dormí más veces con Ronaldo que con mi propia mujer”.