Entradas agotadas para ver a Messi en Praga
El argentino ya marcó un hat-trick en este estadio
Praga ya espera al Barça con una temperatura fresca pero todavía agradable; y con todo el papel del Slavia-Barça vendido. “Vyprodano” (“no hay billetes”), se lee en las taquillas del Eden Arena. Seguramente, los checos quieren ver a los suyos pero también al The Best. Son conscientes de que Messi puede volver a hacer grandes cosas en un estadio que estos días lleva el nombre de Sinobo Stadium por el máximo accionista chino del club. Messi ya jugó en el Eden Arena de Praga hace ocho años. Fue contra el Viktoria Plzen, que por entonces no tenía acondicionado su estadio y hubo de trasladarse a la capital para jugar sus choques en la fase de grupos. El Barça le ganó 0-4 al Viktoria y encarriló con comodidad su pase a octavos. Messi, tremendo en términos goleadores aquella temporada (en Liga hizo 50) marcó tres goles. Por aquellos días, pocos se atrevían a discutir la condición de favorito indiscutible del Barça para ganar la Champions. Los de Guardiola defendían título y parecían lanzados a por su quinta Champions. Luego el Chelsea se interpondría en su camino ....
Messi llega con deberes a Praga. En Dortmund jugó media hora, insuficiente para que el Barça ganase al Borussia. Ante el Inter, miró más por el equipo que por él y se dosificó para hacer la jugada del partido a pocos minutos del final. Suárez aprovechó el regalo del argentino para hacer el 2-1. El argentino, no obstante, todavía no ha marcado ningún gol esta temporada en Europa cuando a estas alturas la temporada pasada ya sumaba cinco: un hat-trick ante el PSV y un doblete en
Wembley contra el Tottenham. “Es la competición más especial de todas”, admitió Messi la semana pasada sin dejar de lado LaLiga como ya hizo en el discurso inicial de la temporada en el Gamper. Pero el argentino, que durante meses pareció algo ausente, emite señales de regreso. Su compromiso en los últimos partidos, más incluso que su fútbol, ya han puesto en hora al Barça, que es líder en LaLiga y tiene una posición cómoda en el grupo. Messi terminó devastado después del batacazo de Anfield. Como el Barça, dio la sensación por momentos de que se había quedado ahí y para siempre. Y, sin embargo, se ha vuelto a resetear y ha hecho lo mismo con el equipo. No parecía fácil después de aquellos días. A Praga ya llega con urgencias de gol, y ya se sabe lo que suele significar eso.