Los García desarman al Zaragoza en El Molinón
El Sporting prolonga la crisis zaragocista con una goleada
ienen el mismo apellido, García, y también tienen en común que son decisivos en estos momentos para el Sporting de José Alberto. Manu pone la calidad, la magia, la fantasía, el último pase; mientras que Aitor se encarga de los goles y para eso es el máximo goleador del equipo. Ayer se encargaron de desarmar al Real Zaragoza, que ve prolongada su crisis de resultados con una derrota por goleada.
Manu García y Aitor García fueron determinantes en el partido de ayer en El Molinón por diversas circunstancias. El ovetense fue el autor de las dos asistencias que llevaron al Sporting al descanso con ventaja de dos goles; en el primero se encontró incluso con las facilidades que le dieron los defensas zaragocistas para firmar la jugada de la tarde cuando había todavía gente buscando su asiento en la grada. El onubense, por su parte, fue el autor de dos goles.
Pero es que ambos fueron protagonistas también de las dos acciones claves que marcaron el partido y que tuvieron como protagonista al mismo rival: Simone Grippo. El central suizo se vio obligado a irse al vestuario, expulsado, por ver dos amarillas en solo media hora. La primera fue por derribar a Aitor García cuando se le marchaba por la banda y la segunda, por frenar a Manu García cuando era el último defensa.
Como sucedió frente al Almería, en el que había sido el mejor partido de los rojiblancos hasta ayer, el Sporting se encontró muy pronto con el partido de cara, gracias a las concesiones de un rival que cambió de sistema en el peor día. Víctor Fernández armó una defensa con tres centrales y se vio desarmado a las primeras de cambio.
El entrenador del equipo aragonés tuvo en la banda calentando durante mucho tiempo de la primera mitad al ex sortinguista Alberto Guitián. Dio la impresión de que podía ser recambio para el central amonestado por el riesgo que entrañaba para el Real Zaragoza.
Con superioridad numérica y dos goles de ventaja, el Sporting de José Alberto, apoyado en la calidad de Manu García, supo manejar el encuentro y rematarlo con una goleada que le permite enlazar por primera vez esta temporada dos victorias seguidas.
Al Real Zaragoza solo le quedó en la segunda parte tirar de orgullo y buscar la portería de Diego Mariño, que fue casi un espectador más del encuentro porque no pasó por ningún momento de apuro de verdad. Un centro de Nieto, relevo de Kagawa tras el descanso, desde la izquierda, a apenas un cuarto de hora del final, que se paseó por delante de la portería sportinguista sin encontrar un compañero rematador fue lo más cerca que estuvo del gol el conjunto visitante. El equipo de Víctor Fernández quedaba expuesto a que cualquier contragolpe lo rematase, como así sucedió.
Al final, el Sporting conseguía por primera vez esta temporada enlanzar dos victorias consecutivas y el Zaragoza sufrió la tercera derrota seguida que prolonga la crisis de juego y resultados de un equipo que había comenzado la temporada de forma muy prometedora y que sólo ha sumado seis puntos de los últimos 24.