Luis Suárez acaba con la crisis del Zaragoza
El ariete marcó la diferencia frente a un rival muy vulnerable
n clavo saca otro y el Real Zaragoza se levantó del 4-0 de El Molinón con un concluyente 3-0 frente a la Unión Deportiva Las Palmas, un rival valiente y de fútbol preciosista, pero con un agujero descomunal en el centro de su defensa y sin ningún acierto en su ataque. Los dos equipos se presentaron diezmados por las bajas y necesitados de una victoria, pero al Zaragoza volvió a afilarlo Luis Suárez y eso resultó determinante. El goleador colombiano fue otra vez esa fiera desatada en el área y marcó dos goles y le dio a Nieto el tercero. Ahí estuvo la diferencia.
El triunfo le deja al equipo de Víctor Fernández la notable factura de la lesión de Cristian Álvarez ––una lesión más–– y la sanción por acumulación de tarjetas de Luis Suárez, salvo que los comités federativos le enmienden la plana al árbitro, pero el Zaragoza se aúpa otra vez a la quinta posición, a dos puntos del ascenso directo, y parece que lo peor ya ha pasado. Todo lo contrario que para el conjunto canario, que suma su tercera derrota consecutiva y continúa varado en tierra de nadie.
El partido se le puso de cara al Zaragoza casi desde el inicio. A los cuatro minutos, Luis Suárez, oportunísimo, aprovechó una cesión defectuosa de Lemos a su portero y con un toque sutil y preciso batió a Josep en su media salida. Era justamente lo que necesitaba el equipo aragonés y en particular su principal artillero, que llevaba ya cinco jornadas sin ver puerta.
El Las Palmas respondió con un disparo de Jonathan Viera que conjuró Cristian Álvarez, pero fue el Zaragoza el que antes el cuarto de hora volvió a hacer diana. Apenas un minuto después de que Pombo fallara a bocajarro ante el portero, Nieto resolvió con su zurda de seda dentro del área un taconazo de Luis Suárez en una acción que gestaron entre Soro y James.
El 2-0 hubiera sido suficiente para liquidar a cualquier rival, o al menos para dejarlo muy tocado, pero el Las Palmas no perdió un ápice del atrevimiento con el que se presentó en La Romareda y no se resignó nunca a su suerte. No dejó de atacar en busca de un gol que le metiera en el encuentro ––un gol que pudo llegar en un penalti de Clemente a Jonathan Viera que no vieron ni el árbitro ni el VAR––, aunque eso le expusiera más a un tercer y definitivo mazazo.
El duelo se movió en los mismos parámetros en el inicio de la segunda parte. Es decir, con el Zaragoza agazapado a la espera de una contra mortal y con el equipo de Mel soportando la iniciativa y el dominio, pero sin acabar de asustar a un Cristian Álvarez que se retiró lesionado en el minuto 62 con una rotura fibrilar al despejar un balón fuera de su área.
Pero la victoria del Zaragoza nunca corrió peligro, porque en la acción siguiente Aythami, en tarde fatal como la de Lemos, cometió un absurdo penalti sobre Guitián, que acabó de cerrar el partido. Josep detuvo inicialmente el lanzamiento de Luis Suárez, pero el despeje le cayó al colombiano como le ponían las bolas para las carambolas a Fernando VII y ya no hubo quien detuviera el 3-0, un resultado que detiene la caída del Zaragoza y hace honor al SOS que lanzó en las vísperas Víctor Fernández.