Froome mira al Tour y Tokio tras regresar al quirófano
El británico espera competir de nuevo en febrero
Chris Froome pasó ayer por el quirófano por segunda vez desde que sufriera aquel terrible accidente el pasado junio en la inspección previa a la contrarreloj del Dauphiné. Sus fracturas en fémur, codo y costillas le mantienen alejado de una alta competición a la que ansía regresar con dos grandes objetivos: el Tour de Francia y los Juegos Olímpicos.
Por ello, como adelantó el propio corredor de Ineos en el Tour de Saitama (Japón) a finales de octubre, se operó nuevamente para retirar de su cuerpo placas y tornillos que le producían una cojera desde su primera intervención. “Retirando algunas piezas de mi cadera y mi codo. Un poco mareado, pero todo ha ido correctamente. En camino al Tour 2020 y a los Juegos de Tokio”, escribió el británico en sus redes sociales con el humor y optimismo que le caracteriza en estas situaciones.
Después de esta planeada visita a la mesa de operaciones, Froome sólo piensa en pedalear nuevamente en competición, algo que no pudo conseguir en Saitama ya que se limitó a formar parte de una crono por equipos de exhibición de Ineos. Si se cumple su hoja de ruta, Froomey regrasará a la acción en febrero de 2020, tal y como detalló en la cita japonesa: “Entrenaré nuevamente en diciembre y volveré a competir en febrero. Espero estar en el Tour de Francia, lo tengo fijado como gran objetivo”. En los Juegos de Tokio buscará subir al podio por primera vez en la prueba en ruta (tiene dos bronces en contrarreloj), pero si antes iguala las cinco rondas francesas de Miguel Indurain, Eddy Merckx, Bernard Hinault y Jacques Anquetil, pondría el broche de oro a una trayectoria de leyenda.