Giménez tiene muy complicado llegar ante el Barcelona
El central continúa recuperándose
Presión. Simeone sacó el equipo a presionar a la
Juventus. La eliminación de la temporada pasada y la imagen de equipo asustado, provocó un ataque de valentía en el entrenador del Atlético
que se agradece. Y presionó bien en varias fases. Dos tiros desde lejos de Thomas y
Saúl y varios centros buenos al área aventuraban que el gol del Atlético podía llegar. Pero la calidad individual de Dybala
se impuso en el primer tiempo, con controles geniales, caños imposibles y moviendo a su equipo con maestría.
Cuatrivotazo. El Cholo recuperó en Turín ese cuatrivote que ya utilizó la campaña pasada. Jugar con cuatro medio centros, distribuidos en un 1-4-4-2, la pizza habitual del Cholo, o en ese 1-4-3-2-1 que intenta últimamente, provoca que esos centrocampistas pierdan prestaciones al jugar en banda, como le sucede a Koke, cuyo irregular rendimiento se debe a los constantes vaivenes por varias demarcaciones a los que le somete el Cholo, y de alguna manera también lo sufre Saúl, que ayer empezó por la banda derecha y acabó de lateral izquierdo. Simeone arrancó con este once: Oblak; Trippier, Felipe, Hermoso, Lodi; Saúl, Herrera, Thomas, Koke; Vitolo
Morata.
yMarcas. Las acciones a balón parado deben trabajarse a conciencia. Y es habilidad del entrenador elegir la forma de defender (marcaje en zona, individual o mixto) y acertar en asignar las marcas. Esta temporada Simeone no está teniendo fortuna a la hora de elegir a los marcadores ni la forma de marcar en las acciones a balón parado. Ayer optó para el marcaje al hombre de Trippier, Thomas, Herrera, Felipe, Koke y Hermoso, y dejó en zona a los más altos (Morata, Lodi, Saúl y Vitolo). En dos faltas laterales y un córner en contra en el primer tiempo, los jugadores tuvieron acierto individual, pero en la última falta lateral, Dybala (¡qué exhibición del argentino!) la pegó directa y Oblak no tuvo su acierto habitual.
Menino de Ouro. Simeone no cambió el plan en el segundo tiempo. Cambió hombre por hombre, João Félix entró por Vitolo. El portugués fue el mejor y en tres acciones demostró que puede cambiar el rumbo de los partidos, pero no hubo puntería por parte de sus compañeros. Simeone desmontó el cuatrivotazo sacando a Correa por Herrera. Y cuatro minutos más tarde metió a Lemar por Lodi, colocando a Saúl de tres. La ofensiva del Atlético fue total pero ni un gran João Félix, que jugó en su sitio, le permitió empatar. Presionando al rival y saliendo al ataque hay más opciones de ganar. Para tener contundencia en las áreas hay que trabajarlo. Tanto la fase defensiva como, sobre todo, la fase ofensiva. Ante el Barça debe ser valiente Simeone si quiere ganar el partido. Y necesita ganarlo.
Giménez no jugará el domingo ante el Barcelona. El central uruguayo no llega. O, si lo hiciera, sería forzando mucho. Se lesionó en el partido en el Wanda Metropolitano ante el Bayer Leverkusen, el 22 de octubre, dolencia muscular de grado I en el muslo derecho. El pasado lunes parecía que el uruguayo estaba listo, volvía a entrenarse con el grupo un mes después, pero ayer no trabajó sobre la hierba del Cerro del Espino, sino que lo hizo aparte del grupo. El Barça llega en cuatro días. Simeone seguirá con tan sólo dos centrales sanos en su plantilla: Felipe y Hermoso, pareja en el centro de la defensa en los últimos ocho partidos del Atlético (cinco en Liga, tres en Champions). El primero se está haciendo indispensable e indiscutible. El segundo no tanto.
La importancia del regreso de Giménez la resume un dato: en dos de las tres derrotas que el equipo rojiblanco ha tenido esta temporada (Leverkusen en Alemania y Juve en Turín) no estaba. Sin el uruguayo, tercer capitán, Simeone pierde juego aéreo y contundencia en las áreas. Además de garra y liderazgo, algo que este equipo necesita esta temporada sin figuras como las de Godín y Gabi.
Pero Giménez quiere volver cuando sienta que esté bien de verdad, que no va a recaer enseguida. Es una lección que le ha enseñado su propio cuerpo. Basta mirar al pasado. Se lesionaba, forzaba por volver, caía de nuevo, regresaba, otra vez dos partidos después el pinchazo en el músculo que frenaba. Hasta que paró en serio, tras la tercera seguida la temporada pasada, y no volvió hasta estar recuperado de verdad, como ahora. Enlazó 16 partidos sin rotar, como nunca antes pudo en el Atleti. Y eso es precisamente lo que Simeone necesita de él. Que esté lo más posible.
Aparte Trabajó con el resto del grupo el lunes, pero ayer volvió a hacerlo solo