Las hermanas Flores, rivales a nivel de club y de selección
■ Mónica y Sabrina Flores comparten casi todo, menos los colores que defienden. Las gemelas, ahora ambas en la Primera Iberdrola, son dos gotas de agua físicamente. Las dos juegan de lateral y han estudiado la misma carrera universitaria. Lo que no comparten estas hermanas nacidas en Estados Unidos
es su selección.
Nacidas en New Jersey,
de padre mexicano y madre rumana, ambas desde pequeñas encontraron en el fútbol su pasión. Compartieron equipo y juegos. Pero llegó el momento de elegir un país por el que luchar. Al tener la doble nacionalidad, Estados Unidos y
las llamaron para sus categorías inferiores y cada una tomó un camino. Sabrina, ahora en las filas del Sevilla, se decidió por la selección de las barras y estrellas; Mónica, que milita en el Valencia, decidió defender al equipo azteca. Y en 2016 el destino quiso enfrentarlas. En el Mundial Sub-20 de Papua Nueva Guinea, México y Estados Unidos se jugaban una plaza en las semifinales. Ganó Sabrina, que consoló tras el partido a una Mónica que lloraba desconsolada por el campo. Antes que la celebración estaba su hermana.
El destino ha querido que Mónica siga siendo una fija en la selección azteca, mientras que Sabrina no ha alcanzado el equipo absoluto de EE UU. Tras estudiar las dos medicina en la Universidad de Notre Dame,
Mónica dio el salto a Europa y llegó al Valencia. Sabrina jugó en la NWSL con el Sky Blue antes de aterrizar en España. Ahora ambas viven el confinamiento juntas en Sevilla, donde se trasladó Mónica para poder pasar estos días juntas.